Johann Rupert, el multimillonario dueño de la compañía suiza Richemont, cuyas 20 marcas incluyen Cartier o Montblanc, ha ofrecido unas interesantes declaraciones desde Mónaco, donde reconoce que la brecha entre clases sociales va a seguir aumentando y que se desatarán la "envidia, el odio y una guerra social".
Rupert, cuya fortuna supera los 7.500 millones de dólares, deja claro que los ricos y multimillonarios están "destruyendo la clase media y, a estas alturas, acabará por afectarnos". Durante sus declaraciones en un Foro sobre el Negocio del Lujo organizado por el Financial Times, este empresario, de origen sudafricano, pone de manifiesto que "no podemos tener al 0,1% del 0,1% de la población beneficiándose de todo el botín", dijo al mismo tiempo que reconoció que "es injusto y no es sostenible".
El presidente de Richemont, quien no llegó a graduarse en la universidad y cuyo padre generó una gran fortuna gracias a Rembrandt Tobacco Corporation, ha criticado en otras ocasiones el panorama social que afecta a los países y economías de todo el planeta. Apodado como Rupert, el oso por su particular pesimismo sobre la economía, este multimillonario de 65 años de edad suele refiere a sí mismo como una "prostituta reformada", después de haber pasado una década trabajando como banquero de inversión.
En esta ocasión, Rupert ha afirmado que el daño colateral de la crisis financiera que comenzó en 2008 aún está por llegar. "Estamos ante un gran cambio en la sociedad", manifestó, y añadió que "hay que acostumbrarse a él y estar preparados". Según explica, los avances en tecnología no van a contribuir a zanjar el acuciante problema global del desempleo. La pobreza y las desigualdades que esto conlleva acentuarán los conflictos sociales y, en cuanto a lo que a él le afecta de forma directa, complicarán la venta de artículos de lujo. "¿Cómo va manejar la sociedad al paro estructural y a la envidia, el odio y a los enfrentamientos sociales?", se ha preguntado.