Economía

S&P: "Cualquier paso atrás en la reforma laboral pesará sobre el PIB y déficit"

Con la resaca de las elecciones autonómicas y municipales todavía presentes, Frank Gill, director de Ratings Soberanos Europeos de la agencia Standard & Poor's se mantiene expectante sobre lo que podría ocurrir en las generales. Pese a que España hace los deberes, todavía queda mucho camino por recorrer y cualquier traspiés podría suponer un contratiempo.

"Es una cuestión de esperar y ver cómo será el próximo gobierno, cuáles serán sus políticas y si habrá continuidad o no", afirma a este periódico en una entrevista telefónica desde Madrid, donde trabaja en estos momentos. Dicho esto, según su punto de vista, gobierne quien gobierne, no se debe olvidar que España está comprometida a cumplir los pactos de estabilidad y crecimiento con Europa.

En estos momentos, y tras las elecciones municipales y autonómicas, ¿ha cambiado su perspectiva sobre España?

Esperamos que España sea una de las economías más fuertes y que mejor se comporten en Europa este año, especialmente tras los datos del primer trimestre, que han sido realmente muy positivos. Sin embargo, tras los resultados electorales, está claro que existe una fragmentación política que podría extenderse a las elecciones presidenciales y generar incertidumbre.

¿En qué aspectos concretos ve usted más riesgos?

Debemos estar muy atentos a cualquier tipo de cambio o reversión de la reforma laboral. Pensamos que si esto ocurriera, podría pesar sobre el crecimiento y, en última instancia, sobre el desempeño fiscal. Todo va a depender de si España mantiene la creación de puestos de trabajo a un ritmo sólido.

¿Por qué este énfasis en prevenir ante posibles alteraciones a la reforma laboral?

En el caso particular de España, el mercado laboral es un factor clave para el desempeño fiscal. Conforme vayamos viendo una mayor creación de empleo, deberíamos notar una mejora tanto del lado de la recaudación como del gasto, dado que éste es más alto cuando el desempleo es elevado. Del lado de la recaudación, cuanta más gente haya trabajando veremos una mejora en los ingresos procedentes de las cotizaciones sociales y los impuestos sobre la renta. España lo está haciendo bastante bien, por lo que ahora es cuestión de esperar y ver cómo será el próximo gobierno, cuáles serán sus políticas y si habrá continuidad o no.

Dada la situación, muchos hacen cábalas con las posibles coaliciones resultantes. Si hubiera un giro a la izquierda en las elecciones generales, ¿cómo afectaría un pacto entre PSOE y Podemos?

Si hubiera una presunta coalición de centro izquierda ambos partidos tendrían que negociar una plataforma común y desarrollar una estrategia fiscal y macroeconómica. De todas formas, no debemos olvidar que España ha firmado todos los tratados europeos, incluidos los pactos de Estabilidad y Crecimiento, lo que obliga al país a mantener su compromiso hacia una consolidación gradual de su posición presupuestaria, especialmente desde el punto de vista estructural.

Hablando de Europa, ¿cree que conseguirá España lograr los objetivos marcados desde Bruselas para este año?

Esperamos que este año el déficit de España suponga el 4,9% del PIB. Por lo tanto, las necesidades de financiación neta como porcentaje del PIB siguen siendo las más altas en comparación con cualquier gran economía europea. Son incluso más altas que las que hay en el Reino Unido, por lo que todavía hay mucho camino por recorrer. Mientras tanto, la deuda sigue ascendiendo.

¿Cuándo tocará techo y comenzaremos a reducir niveles con respecto al PIB?

La deuda pública bruta, técnicamente, llegará a su máximo en 2016 al alcanzar un 101 por ciento del PIB y luego comenzará a bajar. Pero tenemos que tener en cuenta que en este caso es el denominador el que controla esa relación. Nuestro escenario base señala que el QE del Banco Central Europeo empujará con éxito la inflación en España de nuevo hacia el objetivo europeo del 2 por ciento en 2018, impulsando así el PIB nominal. Conviene recordar que el PIB nominal, en el caso español, sigue siendo todavía inferior a los niveles del año 2008.

Otro posible riesgo para el futuro de la economía española está en Cataluña. ¿Barajan ustedes que se produzca una posible declaración de independencia?

En estos momentos consideramos que Cataluña seguirá siendo una parte descentralizada del país pero que, pese a todo, continuará siendo parte de España.

Echando un vistazo al resto de la Unión Europea, ¿cree usted que Grecia alcanzará un acuerdo con sus acreedores?

Esperamos un acuerdo porque, de lo contrario, la financiación de emergencia del Banco Central Europeo a la economía helena a través del sistema bancario debería retirarse y esto desactivaría el sistema de pagos en el país. A partir de entonces, Grecia tendría que imponer controles de capital, el Gobierno tendría que emitir una moneda paralela o algún tipo de pagarés para costear las pensiones y los sueldos de sus funcionarios.

Esto supondría el comienzo de su salida de la Eurozona y un shock para la economía. La actividad económica ya está sufriendo la incertidumbre sobre estas negociaciones, a pesar de existir todavía unas fuertes perspectivas para el sector turístico del país.

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