
Una de las medidas estrella del programa electoral de Podemos en sus primeros comicios -al Parlamento Europeo- era establecer una renta básica. Una medida que el pasado 24-M ya había quedado relegada al olvido. La medida no debe ser confundida con la renta mínima de inserción, opción ya establecida en España.
La renta básica es una renta pagada por el Estado a todos los ciudadanos o residentes, como derecho, independientemente de su situación económica o de su predisposición a trabajar. Por contra, la renta mínima de inserción es una ayuda pública para personas sin suficientes recursos para atender sus necesidades más básicas, y que podrían quedar excluidos de la sociedad.
La renta de inserción es una prestación social delegada a las Comunidades Autónomas, que establecen sus propias características y requisitos. Las únicas condiciones comunes son el hecho de estar empadronados en la comunidad correspondiente, carecer de recursos suficientes, tener denegadas otras ayudas sociales, y aceptar medidas de inserción laboral.
En 2012, el promedio de la cuantía máxima de este subsidio era de 641,40 euros, con una duración de entre 6 y 12 meses, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Medida nunca aplicada
La renta básica no se ha aplicado en España. Una de las propuestas parte de la Red Renta Básica, que establece un pago de 622,58 euros mensuales (7.471 euros anuales) para las personas adultas, además de 124,51 euros al mes para los menores. "La Renta Básica no es un techo mínimo, sino un nivel básico a partir del cual se puede acumular otro ingreso", explica Daniel Raventós, presidente de la asociación, en declaraciones recogidas por Europa Press. Se trata así de una medida ex-ante que intenta evitar la pobreza.
"La renta básica permite evitar los daños psicológicos y morales vinculados a la estigmatización social del perceptor de un subsidio condicionado como es la renta mínima de inserción", insiste Raventós. "Lo que debe garantizar toda sociedad es el derecho de la existencia. Simplemente por el hecho de pertenecer a la ciudadanía, sin razones adicionales", sentencia.
Hay que precisar que la renta básica no se ha llegado a establecer en ningún lugar del mundo. En Alaska (EEUU) se produce el caso más parecido, que es el reparto de los beneficios obtenidos del petróleo entre todos sus habitantes. La renta mínima de inserción, por su parte, está establecida en España: en 2011 se dedicaron a esta partida un total de 7.990 millones.