
Las cifras incluidas en la actualización del Programa de Estabilidad (2015-2018) nada tienen que ver con las de años anteriores. La economía vuelve a crecer a las tasas previas a la crisis y el desempleo al fin parece cercano a bajar del 20% de la población activa. Además, la deuda pública, al menos según cree el Gobierno, no llegará al temido nivel del 100% del Producto Interior Bruto (PIB).
No obstante, en este último indicador se encierra el que parece que será uno de los grandes fracasos del Gobierno de Mariano Rajoy: es casi imposible que la deuda pública cumpla lo exigido en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que indica que en el año 2020 tendría que estar por debajo del 60% del PIB.
Las previsiones del Gobierno dicen que la deuda tocará techo este año, al situarse en el 98,9% del PIB, es decir, apenas aumentará 1,2 puntos respecto al cierre del año pasado. Tras ello, empezará a reducirse lentamente y bajará hasta el 93,2% del PIB hasta el año 2018. Es decir, apenas bajará 5 puntos del PIB en cuatro años.
Las exigencias de la Ley de Estabilidad
Así las cosas, este ritmo parece insuficiente para cumplir la exigente Ley de Estabilidad Presupuestaria, que "contempla un período transitorio hasta el año 2020, tal como establece la Constitución. Durante este período se determina una senda de reducción de los desequilibrios presupuestarios hasta alcanzar los límites previstos en la Ley, es decir, el equilibrio estructural y una deuda pública del 60% del PIB".
Esto significa que entre 2019 y 2020, las administraciones españolas deberían reducir en 33 puntos su deuda, es decir, en dos años deberían multiplicar por seis el esfuerzo realizado en los cuatro ejercicios anteriores. Será muy difícil reducir la deuda al ritmo previsto, sobre todo si se tiene en cuenta que el mayor esfuerzo en la bajada de la deuda se produjo entre 2000 y 2007. En esos ocho años, probablemente los de mayor expansión económica de los últimos años, la deuda bajó en 23 puntos del PIB.
Algunos expertos no sólo resaltan la dificultad de alcanzar el objetivo marcado por la ley, sino que también ven complicado cerrar este 2015 con un 98,9% del PIB. Dentro de algo más de un mes, cuando se publiquen las cifras correspondientes al primer trimestre del año, se podrá ver si este nivel es alcanzable o no.