
Estados Unidos parece estar bastante preocupado por la complacencia que existe en Europa en lo que se refiere a Grecia. El presidente del Consejo Económico de la Casa Blanca, Jason Furman, advertía hoy en una entrevista con Bloomberg desde Berlin que la salida del país heleno de la Eurozona desataría un "gran e innecesario riesgo para la economía global", además de generar "incertidumbre" en los mercados.
Furman ha dejado claro que pese a la relativa calma que existe en estos momentos en los mercados de todo el mundo, "la situación podría cambiar rápidamente". Un hecho que podría reflejar la complacencia y el retraso que las negociaciones entre Grecia y sus socios de la eurozona. "No tenemos mucho tiempo (...), no están donde deberían estar", señaló el funcionario estadounidense.
Tras en encuentro informal entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y el ministro de Finanzas griego, Yianis Varoufakis, donde el mandatario se ofreció a prestar ayuda técnica a la hora de esbozar propuestas y reformas, pero no ofreció financiación, Washington presiona a sus socios europeos para que se pongan manos a la obra y no pierdan más tiempo.
De momento, las negociaciones continúan en punto muerto, una jorndad después de que el primer ministro griego Alexis Tsipras se viera obligado a confiscar los ingresos de los gobiernos obligándoles a mover sus fondos al banco central. La administración helena necesita dichos fondos para poder costear salarios públicos, pensiones y el próximo pago al Fondo Monetario Internacional.