La Eurozona tiene un problema de crecimiento. Aunque el último dato fue mejor de lo esperado, el PIB del área euro creció 0,3% intertrimestral, este avance es lento. Y quizá lo más preocupante es que la segunda y la tercera economía del área monetaria son las que están presentando peores resultados. Francia creció un 0,1% mientras que Italia simplemente se quedó igual que estaba en términos intertrimestrales, en términos interanuales retrocedió un -0,3%.
Mientras que Grecia, Irlanda, Portugal y España manifestaron sus problemas de forma acentuada y rápida, Francia e Italia parecen vivir en un estado de letargo, que no alarma en demasía a las autoridades europeas pero sí está lastrando el crecimiento del conjunto de la Eurozona.
Reformas estructurales
España, Irlanda, Portugal y Grecia hicieron grandes esfuerzos reformadores para lograr que sus economías ganasen competitividad, tras la tormenta parece que empieza a llegar la calma para estos países, mientras que en el cielo de Francia e Italia prosiguen nubarrones que amenazan con descargar. España, Grecia e Irlanda crecieron a tasas interanuales que superan el 1,5%, mientras que Portugal lo hizo a un 0,7%.
Francia sobre todo e Italia, en parte, pudieron esquivar las sacudidas de los mercados financieros que obligaron a España, Portugal, Grecia e Irlanda a pedir ayuda financiera (ya fuera un rescate completo o financiero), y a comprometerse a realizar reformas para dinamizar sus economías. Un proceso duro que podría haber empezado a dar sus primeros frutos.
Sin embargo, Francia no ha implementado reformas estructurales de calado. La tasa de paro, al contrario de lo que ocurre en España e Irlanda por ejemplo, ha crecido en los últimos trimestres, aunque sigue siendo comparativamente baja.
El inversor y experto en mercados europeos, George Soros, señala que "los resultados de Francia están quedándose por detrás en parte por la ausencia de coraje político del Gobierno francés y el excesivo poder de los sindicatos... España ha hecho mucho más que Francia en materia de reformas estructurales".
Desde la agencia de estadística de la Comisión Europea (Eurostat) se alerta de que Francia está acumulando importantes desequilibrios macroeconómicos, entre los que destacan la alarmante pérdida de cuota de mercado de las exportaciones francesas y el elevado endeudamiento público.
La economía 'durmiente'
Por otro lado, aparece la historia de Italia. El PIB de la tercera economía de Europa está estancado, la tasa de paro casi toca el 13% y al igual que Francia, Eurostat ha advertido de la pérdida de cuota de mercado de sus exportaciones (ante la pérdida de competitividad) y de su elevado nivel de deuda pública, que casi alcanza el 130% sobre el PIB, uno de los más altos de Europa.
Y es que el problema de Italia viene de largo. Según publica The Washington Post, el crecimiento real (descontando la inflación) de Italia en los últimos 16 años ha sido del 4%, y eso que el país transalpino ha incurrido en sucesivos déficits públicos para intentar estimular la economía.
Desde el diario norteamericano se asegura que Italia es el problema real de Europa. Italia tiene un elevado nivel de deuda y no se recupera, su deuda es demasiado elevada como para que siga siendo ignorada, es un problema que debe afrontar la Eurozona.