
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, aseguró hoy que acudirá al Eurogrupo con la intención de "no dar marcha atrás" respecto a los compromisos adquiridos con el pueblo y de lograr un acuerdo con los socios europeos. EEUU pide rebajar el tono y ser más pragmáticos para solucionar la crisis de Grecia.
El ministro aseguró que se presentará en la reunión del del próximo miércoles con una propuesta para lograr un acuerdo puente que permita a Grecia aguantar hasta que se haya sellado un nuevo contrato con sus acreedores, por lo que reiteró que su Gobierno no solicitará la extensión del actual rescate.
"En el Eurogrupo tendré en cuenta por una parte el mandato del pueblo de que no demos marcha atrás, y por otra, el deber de alcanzar un acuerdo con los socios europeos", dijo Varoufakis en el debate parlamentario sobre el programa de Gobierno que presentó ayer el primer ministro, Alexis Tsipras.
Insiste en un menor superávit primario
Varufakis desechó la idea de que un país en crisis, como Grecia, "sin que los bancos puedan financiar la economía, con los mecanismos de producción destrozados y los trabajadores sin cobrar" pueda producir superávit primarios como los previstos en los programas de rescate firmados entre la troika y el Gobierno anterior.
El ministro prometió que en los próximos meses no se pondrá "en peligro" el equilibrio del presupuesto nacional ni tampoco se pondrá "en duda" el superávit primario del año pasado del 1,5% del producto interior bruto, aunque se empezarán "una serie de reformas para mejorar el funcionamiento de la administración".
La posición que sostiene el titular de Finanzas griego es que los socios rebajen el objetivo de superávit primario establecido por los acreedores, que actualmente es del 3% para este año y del 4,5% del PIB para el año que viene, hasta una horquilla del 1-1,5% que le permita tener mayor margen de gasto.
Este hecho, según Varoufakis, es algo que la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) también reconoce en privado "cuando los micrófonos están apagados". "Es la hora decir públicamente lo que admiten todos con los micrófonos apagados: el primer programa de rescate fue un acto de solidaridad no con el pueblo griego, sino con los bancos del norte de Europa", destacó Varufakis.
"Desafortunadamente, lo que se llama medicina es un veneno (...) y lo peor de todo es que el doctor lo sabe", apuntó el ministro griego de Finanzas. En este sentido, Varoufakis afirmó que el final de la crisis "no vendrá por decir sí a otro programa (...) Lo cierto es que este programa estaba destinado a fracasar sin importar quién lo implementara".
El titular de Finanzas recalcó que la intención del Gobierno es "cooperar con los socios europeos y los organismos internacionales", pero no con la troika como tal. Varoufakis insistió en pedir "unas semanas de plazo para presentar nuestra propuesta" y añadió que su objetivo es velar por el "interés del europeo medio, porque es "el mismo" que el del "griego medio".