El Gobierno de Serbia declaró hoy la quiebra de 188 empresas estatales, una medida que se enmarca en un programa de reformas para impulsar el crecimiento de la economía y que pone fin a un fracasado proceso de privatización.
En un comunicado oficial, emitido después de una sesión del Ejecutivo, el Consejo de Ministros puntualiza que "el inicio del proceso de quiebra pondrá fin al proceso de privatización en 188 empresas (..) en Serbia en las que no hay producción ni potenciales inversores interesados, y donde es insostenible el negocio".
"En todas esas empresas se llevarán a cabos los programas sociales" para las cinco mil personas que quedarán sin empleo, indica la nota, y recuerda que en 136 de esas empresas hay menos de cinco empleados.
La oficina del Banco Mundial en Serbia celebró la decisión al indicar que el mantenimiento de esas empresas costó al país más de mil millones de euros en los últimos cinco años por subvenciones y pérdidas.
ambién anunció un apoyo para el presupuesto serbio de unos 200 millones de euros de créditos hasta fin de año.
El gobierno serbio inició el año pasado un programa de reformas y ahorro para mejorar el ambiente de inversiones así como para la consolidación fiscal, reducción gradual del déficit presupuestario y para frenar el incremento de la deuda.
El objetivo es lograr un crecimiento económico del 2 por ciento en 2017.
Para este año se prevé el inicio de una reestructuración y modernización de las grandes empresas públicas, una de las medidas cruciales pero también un gran desafío por suponer un proceso en que decenas de miles de personas podrían perder su empleo.
Según las autoridades, la tasa interanual de desempleo en Serbia se ha reducido un 3,8 por ciento en 2014, hasta situarse en el 17,6 por ciento.
El déficit presupuestario rondó un 7 por ciento y la deuda pública, que se ha duplicado en pocos años, es de un 70 por ciento del PIB.