Alemania ya estaría elaborando planes de contingencia para la posible salida de Grecia de la zona euro, teniendo en cuenta incluso el impacto de una retirada masiva de fondos bancarios, según asegura hoy el diario Bild citando a fuentes del Gobierno no identificadas. Se reabre el debate sobre una salida de Grecia del euro.
El diario germano asegura que el Gobierno está revisando escenarios para las elecciones griegas del 25 de enero en caso de una victoria del partido izquierdista Syriza, que quiere cancelar las medidas de austeridad y parte de la deuda de Grecia.
Además, el Bild recoge la preocupación de expertos del Gobierno ante un posible colapso bancario si los clientes se abalanzan sobre las instituciones griegas para retirar sus depósitos en euros en caso de que Grecia deje la zona euro. En caso de que se produjese esta situación, la Unión Europea tendría que intervenir con un nuevo rescate de miles de millones de euros.
El eterno debate
En los últimos días, varios medios se han hecho eco de la postura del gobierno de Angela Merkel con respecto al auge de Syriza. El Der Spiegel informaba este fin de semana que Berlín considera que la salida de Grecia sería casi inevitable si el partido de izquierdas se impone en las elecciones, pero cree que la zona euro podría lidiar con ese escenario.
A su vez, el vicecanciller Sigmar Gabriel indicó el domingo que Alemania quiere que Grecia permanezca dentro de la zona euro y desmentía la existencia de planes de contingencia, a la vez que destacó que la zona euro se ha vuelto mucho más estable en los últimos años.
Alemania insiste en que Grecia debe apegarse a las medidas de austeridad y no retroceder en sus compromisos, especialmente debido a que no quiere abrir la puerta a que otros países en problemas busquen relajar sus esfuerzos por aplicar reformas.
Por su parte, Bruselas ha asegurado que el único mensaje que importa para el futuro político y económico de Grecia es "el voto" que depositarán los helenos en las urnas el 25 de enero en las elecciones anticipadas, pero a la vez ha subrayado que la pertenencia a la Eurozona de un Estado miembro "es irrevocable".
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