Los estados de Oregón, Alaska y Washington DC (no confundir con el estado de Washington) decidirán mañana si legalizan o no el uso recreativo de la marihuana. Los sondeos sugieren una victoria del sí, lo que finalmente podría ocasionar una guerra de precios en el mercado.
"Los sondeos sugieren la posibilidad real de que las tres propuestas puedan pasar, pero la aprobación es casi una realidad en Oregon y DC", asegura Philip Wallach, analista de la Brookings Instution, un think tank con sede en Washington.
Tanto las élites políticas como el público en general estan cambiando lentamente su orientación sobre la marihuana, pero las diferencias legales en cada uno de los estados que votan mañana prometen poner en jaque a los que ya han aprobado leyes al respecto como Colorado y Washington. Es precisamente es en éste último donde el mercado podría llegar a reventarse si los votantes de Oregón, su estado vecino, acaban por apoyar la venta legal de la droga.
Y es que el caso de Oregon cobra un mayor protagonismo por sus diferencias legales con Washington, lo que hace sonar los tambores de guerra en lo que se refiere a los precios y al mercado en general: el coste de la marihuana en Oregón es mucho menor que en Washington, donde la oferta y la producción, así como los impuestos, han disparado el precio del gramo de marihuana.
Cannabis City, un establecimiento de la ciudad de Seattle, vende el gramo por unos 20 dólares, lo que sitúa el precio de la onza en el entorno de los 500 dólares. Esta situación está generando un incremento del mercado negro en el estado de Washington, donde la onza de marihuana puede conseguirse a mitad de precio, según la web Price of Weed, que analiza el precio de la droga en cada estado.
Desde que la marihuana fuera legalizada para su venta en el mes de julio, los consumidores se han visto sorprendidos por el elevado coste de la misma.
¿Qué factores encarecen la marihuana?
Aquí entran en juego varios factores. El gobierno estatal fiscaliza el cultivo, la distribución y la venta de la droga, por lo que el consumidor asume un coste impositivo de entre el 30 y el 40%. Otro hecho importante a tener en cuenta es la limitación en la oferta.
El estado impone límites en las licencias y en el número de establecimientos que pueden vender marihuana, algo que a su vez sucede también con los que cultivan la planta, que en ocasiones necesitan hasta tres meses para poder generar una nueva remesa. Las autoridades del estado de Washington han concedido permisos tanto a distribuidores como cultivadores con un tiempo muy ajustado para poder hacer frente a la demanda.
En Oregón, la marihuana para uso recreativo costaría sólo 145 dólares por onza si fuera legalizada, según un informe de la consultora ECONorthwest. Un precio significativamente más barato que lo que cuesta esta droga en muchos dispensarios de Washington. Como resultado, los expertos opinan que es inevitable que muchos residentes de Washington crucen la frontera al vecino estado de Oregon para hacerse con la marihuana a un precio mas reducido si no quieren recurrir al mercado negro.
"Oregón cuenta con una base impositiva más baja en lo que se refiere a su peso", explica John Hudak, otro experto de la Brookings Institution. "La fiscalidad es menor que la impuesta en Colorado y en el estado vecino de Washington, lo que nos hace pensar que Oregon puede aniquilando el mercado en Washington a pesar de las prohibiciones sobre el traslado de la droga entre estados", añade.