
El líder del PSOE ha hecho campaña este lunes ante los empresarios. En su discurso, durante la primera jornada del XVII Congreso de la Empresa familiar que se celebra en Alicante, Pedro Sánchez ha desgranado los detalles de su programa económico, basado en el concepto 'transición'. No podía el socialista desaprovechar la ocasión que brinda la cita anual de los empresarios familiares para salir al paso con un claro posicionamiento ante los últimos focos informativos: el ascenso de Podemos que se vaticina en el sondeo del CIS, y la última sacudida de la corrupción concretada en la Operación Púnica.
Tras 100 días como secretario general del PSOE, Pedro Sánchez ha manifestado que su formación está "empezado a recuperar votos" durante el vigente proceso de renovación del partido y se ha mostrado confiado en que "dependerá de nosotros que podamos aglutinar de nuevo el voto de la izquierda".
Así, ha apostado por "una alternativa de izquierdas que mire al centro", en claro contraste con posturas más extremas como las de Podemos, y ha descartado la posibilidad de conformar un Gobierno de unidad nacional de PP y PSOE tras las generales de 2015.
Las cinco líneas maestras
En este contexto, Sánchez ha desgranado las cinco líneas maestras del programa económico socialista: reindustrialización, reforma fiscal, modificación del Estatuto de los Trabajadores, democracia económica y reforma energética. Con estos ejes define el socialista su "transición económica", un paso que estima esencial para que España destierre las tasas de paro de dos dígitos y los contratos parciales como única vía para remediar esta fragilidad laboral.
Pero ha sido sobre el punto "democracia económica" donde más ha incidido Sánchez. Una vía, al fin y al cabo, de luchar por la erradicación de favoritismos y por ende, de focos de corruptelas. Amén de incluir en este punto la intención de incentivar una competencia más real que teórica en sectores estratégicos, Sánchez ha destacado la propuesta de cambiar los procesos de nombramiento de los dirigentes de los organismos reguladores.
Una propuesta de los socialistas al Gobierno de Mariano Rajoy que el socialista estima esencial para enfatizar el papel del Estado en la vigilancia de la competencia para que ésta sea más sana y real. Ha criticado Sánchez que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "no juega el papel" que debería. Y ha lamentado que el organismo regulador y supervisor está "copado" por miembros afines al PP y ha defendido la necesidad de cambiar el mecanismo de elección. Sánchez ha pedido "apostar más por la sociedad civil", para ocupar los cargos en la CNMC, y por profesionales que se caractericen por su "independencia".
Las cinco líneas maestras que definen el programa económico de Sánchez conforman un plan diametralmente opuesto al de Podemos. La formación de Pablo Iglesias propone intervencionismos varios sobre la competencia, un papel preponderante del Estado y la reserva a éste del derecho a la nacionalización de la iniciativa privada.
Origen de los 300.000 millones
También ha elevado su discurso al ámbito europeo y ha reclamado de las instituciones comunitarias un mayor protagonismo de las políticas fiscales como acompañamiento a las políticas monetarias expansivas. Además ha lanzado una petición a la nueva Comisión Europea: que el plan de inversión del nuevo presidente del Ejecutivo Comunitario, Jean-Claude Juncker, se ponga en marcha ya. Y de paso reclama que se precise si esos 300.000 millones anunciados por el luxemburgués son dinero nuevo o no. En cualquier caso, Sánchez aboga por "dar un volantazo inminente a la política europea para no estrellarnos en el muro de una hipotética tercera recesión".
El regocijo por los resultados de la banca española en los test de estrés, la recuperación y la adaptación de las empresas al marco renovado de un país que ha acometido fuertes reformas. Esos han sido los hilos conductores de los discursos en el marco del XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, en Alicante.
Tanto el presidente de KPMG en España, John Scott, como el consejero delegado de Banco Santander, Javier Marín, han destacado la soildez de la banca española puesta de manifiesto en los exámenes del Banco Central Europeo. Incluso Marín ha avanzado una noticia positiva, el primer aumento de la inversión crediticia tras varios trimestres de atonía.
El presidente de KPMG en España y vicepresidente global de la firma, John Scott, ha indicado que "las empresas familiares tienen que afrontar un proceso de transformación debido a los grandes cambios vinculados a la económica, la tecnología y la regulación".
A su juicio, es necesario adaptarse a las nuevas circunstancias para seguir compitiendo en esta nueva era. La internacionalización, la digitalización o la consolidación de estructuras sólidas de gobierno corporativo son algunas de las tareas más urgentes que deben afrontar las empresas, señaló Scott.
Además, ha indicado que la crisis financiera ha transformado la forma en la que históricamente se han financiado las compañías en España, muy dependientes del crédito bancario.
Polémica bienvenida
La inauguración oficial del XVII Congreso de la Empresa Familiar estaba de antemano cercada por la presión general y de los socialistas en particular ante los recientes casos de corrupción más sonados. Precisamente el portavoz de Economía del PSOE, Juan Moscoso, ha tildado de imagen "bochornosa" la bienvenida al Rey Felipe VI por parte de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada por cinco delitos en dos causas judiciales. Unas declaraciones, las de Moscoso, que no han impedido que finalmente se produjera la foto de la regidora y diversas autoridades con el monarca.
No han faltado alusiones más o menos soterradas a la sombra de la corrupción. El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, ha instado a construir "una nueva economía" sobre la base del esfuerzo, el trabajo y "la ética".
El Rey ha centrado su discurso inaugural del XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar en la valoración y apreciación del esfuerzo empresarial como motor del empleo. En este punto, ha destacado el papel de la pyme como el puntal empresarial de la creación de puestos de trabajo.
Ha ensalzado especialmente al colectivo de la empresa familiar, por ser este tipo de empresas las que menores niveles de endeudamiento tienen, las que arrojan menores ratios de quiebra y por ser las que contratan a mayor número de mujeres.
Además el monarca ha destacado también de las empresas familiares su carácter heterogéneo, en tanto en cuanto ello las permite ser el fiel reflejo de la realidad social, y ha agradecido al Instituto de la Empresa Familiar sus esfuerzos por elevar el tamaño medio de las empresas y por brindar a las compañías españolas una mayor vocación y presencia internacional.
Suspenso a la clase política
Por otro lado, según la encuesta anual de la Empresa Familiar, cuyo XVII Congreso Nacional arranca hoy en Alicante, la valoración de la situación política desciende hasta los 1,08 puntos de una puntuación máxima de nueve, frente a los 1,66 puntos de año anterior.
Presionada por la deriva de desafección institucional que provocan los sucesivos escándalos de corrupción, cae la imagen de los políticos entre el empresariado aglutinado en la organización de la empresa familiar.
Sucede lo contrario con la percepción de la coyuntura, que se ha más que duplicado, desde los 2 puntos del año pasado hasta los 4,26 de este año, constatando la mejora de las expectativas empresariales ante la incipiente recuperación.