
El FMI pide más esfuerzos a la banca española para financiar la economía.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) entra de lleno en el debate sobre el crédito en España. Su director de asuntos monetarios y mercados de capitales y quien fuera subgobernador del Banco de España entre 2006 y 2009, José Viñals, ensalzó ayer que las pruebas de resistencia han demostrado la fortaleza de la banca española y ahora le toca realizar "más esfuerzos" para contribuir a la recuperación económica del país, en clara alusión a que abra el grifo de la financiación.
La cartera viva sigue cayendo a tasas del 7,8 por ciento, porque el proceso de desapalancamiento emprendido por familias y empresas hace que las amortizaciones de deuda excedan en mucho a la nueva concesión. Pero las nuevas operaciones han cogido velocidad, según se infiere de las estadísticas publicadas por el Banco de España. Tras transitar seis años de caída a plomo, el crédito suministrado a familias y pymes ascendió en los primeros nueve meses del año a 148.103 millones de euros, lo que implica un incremento del 9,41 por ciento en comparación al mismo periodo del pasado ejercicio. Su ritmo se ha acelerado desde expansiones interanuales del 7,76 por ciento en el periodo comprendido de enero a mayo, a subir al 9 por ciento en la actualidad, salvo la desaceleración en agosto que podría ser puntual por tratarse de un periodo estival.
Las innumerables normativas para sanear balances y solvencia aprobadas durante la crisis han actuado como traba. Hay liquidez abundante en el sector y organismos como el Banco Central Europeo (BCE) se afanan por ensayar distintas medidas para que fluya el necesario crédito y empuje la débil reactivación económica. Algunos expertos e, incluso, banqueros apuntaban como un freno los test de estrés por el deseo de superarlos con holgura o no asumir riesgos mayores.
Nada garantiza ahora, una vez pasada la prueba, un restablecimiento muy dinámico. El mismo Banco de España cree que allana el camino, en la medida que transparenta al mercado la salud y robustez de los balances de la banca, pero sólo fluirá a si llega demanda solvente.
Para facilitarlo, el FMI, organismo que junto al BCE y la Comisión Europea han tutelado la reestructuración del sector financiero, después de que se pidiese 40.000 millones en ayudas a Europa, prescribió ayer modelos bancarios "más cercanos" a la economía para que preste dinero. Viñals solicitó al mismo tiempo a los supervisores reforzar el control para garantizar esa dedicación desde la asamblea anual de antiguos alumnos del IESE, informaron Europa Press y Efe.
Los casi 150.000 millones facilitados a pymes y familias hasta septiembre son escasos si se compara con la etapa del boom inmobiliario, escenario que nadie espera que se repita en los próximos años. No hay que ir tan atrás para encontrar mejores registros. Basta con remontarse a 2012 para comprobar que los préstamos a empresas por importes inferiores al millón de euros, normalmente asociados a pymes, ascendieron a 145.954 millones.
Hubo que esperar a 2013 para que tocase suelo y ahora es generalizado el diagnóstico entre los banqueros de que se ha producido una inflexión clara y en avance. La financiación nueva aún desciende un 4,35 por ciento porque las grandes corporaciones prefieren emitir deuda a solicitar préstamos -las operaciones superiores al millón de euro minoran un 20,46 por ciento en comparativa anual-. El contraste son los hogares: han recibido 18.892 millones en hipotecas y 11.724 millones en crédito al consumo, es decir, un 18,88 y 17,51 por ciento más.