
El Gobierno debe acometer ya una rebaja de las cotizaciones sociales e incrementar la inversión pública para cimentar el crecimiento. Es casi la única crítica del Instituto de Estudios Económicos (IEE) a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015, que hoy inician su trámite parlamentario.
Tal y como expuso ayer José Luis Feito, presidente del IEE, España es uno de los países en los que los empleadores soportan mayores cotizaciones sociales -muy por encima de la media de la OCDE-, lo que supone un alza adicional de costes empresariales y lastra la competitividad. Es preciso además reforzar la inversión pública, según el IEE, que resalta que en 2015 se producirá el primer dato positivo de crecimiento de la inversión en construcción de la crisis.
Esas dos medidas que reclama el IEE "no pondrían en riesgo la meta de déficit del 4,2% para 2015", según Feito, pues los Presupuestos para el año próximo son "creíbles, con unos ingresos previstos alcanzables y unos gastos sobreestimados que pueden resultar incluso inferiores". Feito subrayó que la caída del 15% en gasto por paro "permite cubrir las alzas de otras partidas del gasto".
"No hay peligro de recesión"
El IEE descarta el riesgo de recaer en la recesión. "Lo que hay sobre la mesa no tiene suficiente envergadura para doblegar el crecimiento en 2015, cuando el PIB avanzará el 2%", dijo Feito, quien no obstante admitió que el escenario no esté exento de riesgos.
Con todo, la lectura que hace el IEE de los Presupuestos para 2015 es muy positiva. Consideran, por ejemplo, que la rebaja de impuestos que contemplan sostendrá el consumo, que el empleo seguirá creciendo y valoran que los sueldos de los empleados públicos permanezcan congelados.
Los empresarios, más críticos
Bastante más crítico, el Círculo de Empresarios, que también analizó ayer los PGE, lamentó la "escasa ambición" en el ajuste del gasto. Para la organización, "todo indica que en 2015 se perderá el impulso reformista", lo que impedirá una mayor reducción de impuestos.
Donde ambas organizaciones coinciden por completo es en la urgencia de actuar sobre la enorme masa de deuda pública. Así, tanto el IEE como el Círculo dieron ayer la voz de alarma por el abultado pasivo que arrastra España, que el Instituto definió como el talón de Aquiles de las Cuentas Públicas. "La factura de los intereses de la deuda, que en 2015 superará los 35.000 millones, sigue siendo excesivamente elevada", recordó el IEE, ya que "no son sostenibles niveles de deuda por encima del 100% del PIB mucho tiempo sin que ello tenga consecuencias sobre el crecimiento económico".