La UE y Rusia dicen que los iraníes se equivocan y éstos que acelerarán el programa
teherán. No es que desafíe directamente al Consejo de Seguridad de la ONU sobre el desarrollo de su programa de energía nuclear, sino que, además, Irán se jactó el martes descaradamente de haber entrado en el club de los países que había enriquecido uranio con éxito en sus fronteras.
Como es de esperar, la comunidad internacional ha condenado la actitud de Teherán y, tras el rechazo inicial de Estados Unidos el mismo martes, ayer se sumaron al reproche Alemania, Francia, Reino Unido (además de la Unión Europea) e incluso Rusia, aliado habitual de Irán en este caso. Hasta China se mostró "preocupada" por la deriva que está tomando la polémica, aunque no es partidaria de endurecer la postura en la ONU.
"Creemos que este paso es equivocado", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Mijail Kamynin, quien resaltó que las decisiones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y la ONU están para ser respetadas. En parecidos términos se expresaron los responsables de la diplomacia alemana y francesa.
Por su parte, Emma Udwin, una portavoz de la comisaria de Asuntos Exteriores de la UE, dijo que la postura de Irán era "inaceptable" y manifestó la intención de las instituciones europeas de "seguir buscando una solución diplomática".
A todo esto, Irán no ayuda demasiado con su actitud. Al mismo tiempo que el mundo clamaba contra ellos, el número dos de la autoridad nuclear iraní, Mohamad Saeedi, anunció ayer que el régimen prevé comenzar el enriquecimiento de uranio a gran escala, utilizando 54.000 centrifugadoras. Es decir, que el programa nuclear se intensificará.