
Funcionarios y trabajadores del sector privado de Grecia han dado inicio este miércoles a 24 horas de huelga general, la primera del año, para reiterar su disconformidad con las políticas de austeridad impuestas por sus acreedores, entre ellos Alemania cuya canciller, Angela Merkel, visita Atenas este viernes.
La huelga, convocada por el sindicato privado de la Confederación General de los Trabajadores Griegos (GSEE) y su homóloga pública, la Confederación de Funcionarios (ADEDY), afecta particularmente a escuelas, farmacias, y hospitales, que están funcionando bajo mínimos, y sobre todo al sector del transporte marítimo. El seguimiento está siendo escaso en el sector privado, donde la mayoría de los comercios están abiertos.
La protesta culminará sobre el mediodía ante el Parlamento, donde se espera que acudan miles de personas para manifestar contra "las políticas de vía muerta que han exprimido a los trabajadores", según la declaración de la GSEE. "Han hecho nuestra vida miserable", ha denunciado el sindicato.
Ayer ya se produjeron los primeros paros en protesta contra las medidas de austeridad secundados por periodistas y técnicos de los medios de comunicación, por lo que se interrumpió la emisión de informativos en televisiones y radios así como la actividad de los periódicos digitales. Hoy la prensa escrita tampoco está en los quioscos.
Visita de Merkel
En medio de este clima social de descontento llegará al país la canciller germana, Angela Merkel. La mandataria llegará a Atenas el viernes, donde se reunirá con el primer ministro griego, Antonis Samaras, para abordar el lento proceso de recuperación de la economía griega, que este año encara su séptimo ejercicio consecutivo en recesión.
En este sentido, el ministro de Finanzas de Grecia, Yannis Stournaras, ha asegurado esta semana que no hay prisa para que el país regrese a los mercados de deuda, ya que tiene cubiertas su necesidades de financiación para los próximos doce meses.
En una entrevista concedida a la emisora de radio Vima 99.5, Stournaras incidió en que si no se producen cambios dramáticos en la situación, no debería haber problemas tampoco en 2015 y 2016. El ministro, a este respecto, añadió que el regreso de Grecia a los mercados, previsto inicialmente para el próximo verano, dependerá de las circunstancias que existan en ese momento.