El papa Francisco ha decidido que el Banco Vaticano, que en el pasado no había descartado cerrar, siga operativo y ha aprobado recomendaciones para su futuro. Entre ellas, se ha decidido que opere bajo "las mejores prácticas internacionales" en el ámbito financiero.
"(El banco) continuará funcionando con prudencia y proporcionará servicios financieros especializados a la Iglesia católica en todo el mundo", según el comunicado enviado hoy.
El nuevo ministro de Economía del Vaticano, el cardenal George Pell, ha destacado la importancia de que "el marco regulatorio y legal del Estado de la Ciudad del Vaticano se alinee con las mejores prácticas regulatorias internacionales" en un comunicado en el que la Santa Sede anunció las directrices futuras del IOR.
La misión del banco vaticano será la de servir "con prudencia y proporcionar servicios financieros especializados a la Iglesia Católica en todo el mundo", según el comunicado, en el que la Santa Sede informa de la aprobación del papa Francisco de las recomendaciones sobre el futuro del IOR.