Mucho se ha hablado sobre la repercusión negativa que el nuevo movimiento de la Fed en su plan de retirada de estímulos ha tenido sobre los mercados emergentes y la incipiente crisis de divisas. Sin embargo, para el inversor Marc Faber el recorte en 10.000 millones de dólares del programa de compra de activos de EEUU no es la única causa de las turbulencias en los mercados. El escaso crecimiento económico de estos países también está ejerciendo su influencia.
"Me parece que no es solo el tapering lo que está subiendo la presión en los mercados", asegura el autor del informe Gloom, Boom & Doom Report en declaraciones a la CNBC.
En su opinión, el prácticamente nulo crecimiento que están registrando las economías emergentes está dando alas a los temores y llevando a los inversores a deshacer posiciones. "Tenemos una ralentización en China que es más significativa de los que los analistas parecen pensar y de lo que muestran las estadísticas oficiales del gobierno chino", explica. Signos debilidad en China: el sector manufacturero se contrae en enero.
En las pasadas semanas, las divisas emergentes han vivido un auténtico rally bajista en las últimas semanas provocado por el aumento de la incertidumbre. Turquía, India, Argentina o Sudáfrica se han situado en el ojo del huracán y han tomado medidas al respecto. Sin embargo, el recorrido bajista de estas monedas parece que no va a cambiar en el corto plazo.
Un círculo vicioso
De esta forma, se da pie a lo que califica de "círculo vicioso a la baja". Por una parte, las multinacionales con presencia en los emergentes se ven amenazadas por este menor avance de sus economías, ya que en los últimos cinco años las grandes compañías han venido depositando su confianza y una buena parte de sus ingresos en estos mercados en desarrollo.
Si a esto se le suma la burbuja financiera, con activos inflados artificialmente que ahora se están devaluando de activos, se obtiene una mayor presión sobre los precios de los activos y sobre las economías mundiales.
Faber lleva tiempo alertando sobre la formación de una "gigantesca" burbuja financiera que "podría estallar en cualquier momento".
"El sentimiento es muy optimista, todo el mundo es alcista. Y lo son porque creen que la economía mundial se acelerará. Pero mi punto de vista es muy diferente: la economía global se está frenando", afirmaba el gurú recientemente. En su ranking de riesgo situaba en primer lugar a los bonos, seguidos de la deuda de baja calidad y la renta variable.