Economía

Rosell: "Fue una ilusión el creernos ricos y no una realidad y ahora hay que pagar las deudas"

  • El jefe de la CEOE pide ahondar en la flexibilidad empresarial
El presidente de la CEOE, Juan Rosell. Imagen: Archivo

"Hicimos un cambio en 2011 pero nos quedamos cortos porque no previmos el terremoto de 2011, 2012 y 2013. Para hacer frente a la nueva situación en la que estamos, tenemos que hacer nuevos cambios. Las reformas han sido clave para recuperar parte de la riqueza perdida durante cinco años de crisis".

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, insiste en una entrevista en Reuters en la necesidad de que el Gobierno no abandone el impulso reformista a medida que se acercan las citas electorales, e insta a cambiar Europa "de arriba abajo" para hacerla más barata y competitiva ante el impulso de los países emergentes. 

"Va a ser difícil porque nunca fuimos ricos'', añade. "Fue una ilusión el creernos ricos y no una realidad. Y ahora tenemos que pagar las deudas".

En su opinión, las empresas españolas deben poder adaptar el tamaño y condiciones de sus plantillas a la situación económica de cada momento y para eso es necesario un cambio en la negociación colectiva del país.

La reforma laboral aprobada el año pasado por el Gobierno del Partido Popular ha impulsado la flexibilidad las empresas, pero según Rosell, aún quedan por superar muchos "males laborales". "La flexibilidad interna es la prioridad (...) tendríamos que ir a un cambio fundamental de la negociación colectiva", señala, añadiendo que la clave es poder "hacer legal lo que es real".

"España es básicamente una economía de servicios y tenemos pensada la legislación laboral como si fuese un país de industria pesada y que solamente tiene un turno de ocho a seis de la tarde, y la economía es distinta", declara a Reuters.

Un cambio de mentalidad

Así, el presidente de los empresarios insta a un cambio de mentalidad en el país y pone como ejemplo al sector del automóvil español, que ha demostrado resistencia ante la crisis gracias a la aceptación por parte de los sindicatos de una mayor flexibilización y contención de costes laborales.

A su juicio, la reforma laboral había llegado tarde porque debía haberse abordado en el inicio de la crisis y afirma que no será "ni muchísimo menos" la última que se haga en el país. "En los próximos años vendrán no una, sino tres, cuatro (reformas), las que nos pidan los mercados mundiales en los que competimos", apunta.

Aclarar la reforma

De momento, para el futuro más cercano, Rosell señala que el Ejecutivo intentará hacer más clara la legislación para no dejar margen a su interpretación en los tribunales, que se han pronunciado de forma dispar sobre algunos aspectos clave de la norma, rechazando acuerdos sobre despidos o sobre la prórroga automática de convenios colectivos.

"Vamos a intentar arreglarlo para que no pueda haber opinión de los jueces, que están para aplicar la ley, no para interpretar si una empresa es posible que se consolide o que se tenga que reestructurar. En alguna sentencia sólo falta que nos pongan el plan de márketing encima de la mesa", señala en la entrevista.

Según datos de la CEOE de este verano, el 50% de las sentencias dictadas tras la reforma en materia de despido colectivo declararon la nulidad de los mismos por defectos de forma, aunque esa tendencia se ha reducido con respecto a los primeros meses de aplicación.

Trabajo a tiempo parcial

Otro de los objetivos inmediatos del Gobierno es reducir la maraña de contratos de la legislación española e impulsar la contratación a tiempo parcial para dar salida a parte de los casi seis millones de parados que tiene el país, el 26% de la población activa.

Rosell cree que si los niveles de contratos a tiempo parcial en España se acercasen a las cifras de otros socios europeos se podría conseguir que las cifras del paro cayeran "en picado".

"Desgraciadamente en situaciones de crisis, es preferible tener un contrato a tiempo parcial que no tener nada, que estar en el paro, y esa es la realidad", declara, señalando que se necesitarían "mínimos cambios" en la legislación para facilitar su uso.

Los sindicatos  denuncian que la crisis económica y la reforma laboral están siendo utilizadas por los empresarios para rebajar las condiciones de los trabajadores.

El jefe de la patronal española piensa que también en este campo la sociedad española debe "cambiar el chip" y pone el ejemplo de empresarios a los que les está costando encontrar a gente que quiera trabajar los sábados y domingos durante el mes de diciembre pese al alto nivel de paro.

También considera necesario poder retirar el subsidio por desempleo a los parados que se nieguen a recibir formación y respalda el impulso que quiere dar el Gobierno a la utilización de las agencias privadas de colocación ante el "dramático" porcentaje de éxito de las oficinas públicas de empleo.

"A la gente que está en paro y está recibiendo un subsidio hay que comprometerla en la formación, esto es clave", señala Rosell, que considera además que la tasa de desempleo real española podría ser hasta nueve puntos inferior si se descontase la economía sumergida y a colectivos como los prejubilados.

Sistema de pensiones

Respecto al sistema de pensiones, otra de las grandes partidas de gasto presupuestario, el presidente de la CEOE reconoce que la reforma aprobada en 2011 se había quedado corta y ve necesario poner encima de la mesa nuevos cambios y afrontarlos con una "visión pragmática".

"La demografía es la demografía y hay que hacer los cambios que está haciendo todo el mundo (...) cuando es terrible la realidad lo que no se puede es no afrontarla", ha apuntado, confiando en que el Gobierno logre sumar consensos a su propuesta para desligar la inflación de la subida de las pensiones e introducir un factor de sostenibilidad en el sistema.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky