
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha señalado este lunes que al parecer existen progresos en las negociaciones por la paralización fiscal, si bien recuerda que la posibilidad de que el país caiga en una suspensión de pagos si los republicanos no dejan de lado ciertas preocupaciones partidistas sigue existiendo.
Obama iba a reunirse con los líderes del Congreso en la Casa Blanca a partir de las 21:00 hora peninsular española, si bien esta reunión ha sido pospuesta, según la Casa Blanca, para dar más tiempo a los líderes del Senado para avanzar en las negociaciones.
"Mi esperanza es que un espíritu de cooperación nos hará avanzar en las próximas horas", ha declarado el presidente de EEUU.
Tras infructuosas negociaciones el fin de semana, senadores de ambos partidos dijeron que aún creen que podrían llegar a un acuerdo en las próximas horas. Tras dejar de lado las demandas menos realistas, ambos bandos intentaban pactar una medida temporal que permita a Washington alejarse del borde del abismo.
El Departamento del Tesoro afirma que no puede garantizar que el Gobierno de Estados Unidos sea capaz de pagar sus cuentas más allá del 17 de octubre si el Congreso no eleva antes de esa fecha el techo de endeudamiento de 16,7 billones de dólares.
No está claro si el Congreso podrá cumplir con ese plazo. Incluso si los senadores republicanos y demócratas llegan a un acuerdo el lunes, aquellos con posturas más duras -como el senador republicano Ted Cruz- podrían retrasar la votación varios días.
La Cámara de Representantes también tendría que suscribir el plan. Los líderes republicanos en la Cámara Baja afrontan una fuerte presión de parte de los más conservadores dentro del partido, más renuentes a hacer concesiones a Obama y a los demócratas.
Muchos de ellos afirman que no respaldarán un acuerdo que no debilite la ley de reforma del sistema sanitario impulsada por Obama y aprobada en 2010, lo cual resulta inaceptable para los demócratas.
"Tenemos que plantear algunos límites. Esto, para mí, es una batalla épica de Washington contra Estados Unidos, y espero que Estados Unidos gane", dijo a la cadena CNN el congresista republicano de Arizona.
La mayoría de los analistas espera, sin embargo, que a último momento se llegue a algún tipo de acuerdo.
La paralización en curso de la administración federal también está comenzando a pesar sobre la economía.
Los cientos de miles de empleados federales que han quedado temporalmente desocupados probablemente reciban un pago retroactivo cuando se resuelva la disputa, pero por ahora no reciben sus salarios, lo que ha forzado a muchos a evitar gastos personales y a cancelar planes de viaje por vacaciones.