
El presidente Barack Obama y los líderes republicanos parecen más dispuestos a poner fin a la crisis política que paraliza parte del Gobierno de EEUU, tras la reunión que mantuvieron ayer. Aunque el mandatario ha rechazado la propuesta republicana de aumentar el techo de deuda temporalmente, ambas partes están avanzando par encontrar un lugar común. La Reserva Federal y el Tesoro se preparan para la posible suspensión de pagos.
"El presidente espera seguir haciendo un progreso continuo con miembros de ambos partidos", reza el comunicado de la Casa Blanca.
Así, no surgió ningún acuerdo de la primera reunión de 90 minutos que mantuvieron ayer, pero las negociaciones han continuado durante la noche en un esfuerzo por reabrir el Gobierno y extender la autoridad de endeudamiento federal más allá de la fecha límite del 17 de octubre.
Obamacare, en segundo plano
De hecho, un importante funcionario republicano ha indicado a Reuters que hoy mismo podría haber un acuerdo, aunque aclaró que seguían existiendo obstáculos. Sin embargo, un avance significativo ha sido que los republicanos parecen alejarse de las restricciones a las reformas de salud y gasto impulsadas por el presidente, responsables del desacuerdo entre los dos partidos.
El anuncio ha sido publicado tras una reunión entre el mandatario estadounidense y una delegación compuesta por 20 miembros del Partido Republicano y encabezada por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Ahora, las negociaciones se centraron en cuánto tiempo podía extenderse el límite de endeudamiento y cuánta financiación aportarían al Gobierno cuando se reabra, según los republicanos. En este sentido, demçocratas y republicanos trabajan en "definir parámetros para ver si podemos realizar progresos", señaló el representante republicano Pete Sessions.
La propuesta incluía la ampliación del periodo de límite de endeudamiento hasta el 22 de noviembre a cambio de que Obama se comprometiera a negociar un acuerdo a largo plazo para la reducción del déficit y una reforma tributaria.
La idea habría partido del presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara, Paul Ryan, y buscaba acabar con la amenaza de la suspensión de pagos, al tiempo que se da a Washington unas semanas para cerrar un acuerdo que permita financiar al Gobierno, elevar el techo de deuda durante más tiempo y llevar a cabo una serie de reformas fiscales.