
Ante la proximidad de la fecha límite en la que el Gobierno de EEUU se verá obligado a dejar de cumplir con sus compromisos financieros, los funcionarios de la Reserva Federal y el Tesoro estadounidense han empezado a elaborar planes para mitigar las consecuencias económicas de que se llegue a esta situación.
Ocho días antes de que el Departamento del Tesoro anuncie que Estados Unidos alcanza su límite de deuda de 16,7 billones de dólares, republicanos y demócratas están lejos de un acuerdo para extender este tope.
Por eso, el Gobierno de Barack Obama habría empezado a examinar las opciones que podrían tener disponibles para calmar a los mercados financieros si Estados Unidos no cumple con un pago de deuda, según han informado a Reuters fuentes cercanas.
Financiación a corto
Los detalles de sus planes no han sido desvelados, pero las citadas fuentes explicaron que un área de especial atención es el mercado clave de financiamiento bancario, conocido como mercado de acuerdos de recompra, o repos, donde los bancos usan títulos del Tesoro como garantías para préstamos con otros bancos y grandes fondos.
Algunas de las primeras alarmas de la crisis financiera del 2008 provinieron de ese mercado y ayer las tasas de interés para aceptar algunas notas del Tesoro como garantía se dispararon a su nivel más alto en cinco meses.
Si el mercado de repo sufre, el acceso de los bancos al dinero para cumplir sus necesidades de fondos a corto plazo podría verse en peligro, lo que tendría consecuencias de largo alcance para los mercados crediticios y la economía.
No se podrá evitar el default
Reuters destaca que la fuente, que solicitó el anonimato, hizo hincapié en que los funcionarios no quieren dar detalles del plan para no transmitir la idea a inversores y republicanos de que el EEUU puede arreglárselas aunque no se alcance un acuerdo antes del 17 de octubre.
En este sentido, reiteraron que "no hay forma de evitar la suspensión de pagos si no se eleva el límite de deuda".
Hoy, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá con los principales congresistas del Partido Republicano, entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y su 'número dos', Eric Cantor. En la lista figuran también a los legisladores Steve Southerland y Lynn Jenkins, miembros del movimiento ultraconservador Tea Party, al que Obama ha responsabilizado directamente del cierre de Gobierno en que vive sumido el país desde el pasado 1 de octubre.
Además, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, testificará ante la Comisión de Finanzas del Senado y podría ser sondeado respecto de planes de contingencia por el senador Orrin Hatch, el principal republicano del panel.