
Quedan apenas tres semanas para las elecciones germanas y sus declaraciones hay que enmarcarlas en este contexto. La canciller alemana, Angela Merkel, ha declarado que nunca se debería haber dejado a Grecia entrar en el euro y ha culpado a la oposición, a su antecesor en el cargo, el socialdemócrata Gerhard Schroeder, de haberlo permitido. La crisis de deuda en el país heleno "se había ido gestando desde hace muchos años", ha señalado Merkel en un acto electoral.
"Por ejemplo, nunca debería haberse permitido la entrada de Grecia en el euro" en el momento de su incorporación en 2001, declaró la canciller en un mitin en la ciudad alemana de Rendsburg. "El canciller Schroeder aceptó su entrada y el debilitamiento del Pacto de Estabilidad y ambas decisiones fueron equivocadas. Fueron uno de los puntos de partida de nuestros problemas actuales", señaló Merkel en declaraciones que recoge Bloomberg.
Según un sondeo semanal de Forsa para la revista Stern, el apoyo de los votantes a la Unión Demócrata Cristiana de Merkel sigue en el 41% mientras que el de su compañero de coalición, el Partido Democrático Libre, ha caído al 5%. No obstante la cifra combinada del 46% sería suficiente para repetir la actual coalición.
En medio de rumores sobre la posibilidad de que Grecia podría necesitar un tercer rescate, hace unos días, la canciller alemana dejó la puerta abierta, al no negarlo explícitamente, a un nuevo plan de ayuda para el país heleno.
"Qué sumas serán necesarias dado el caso, no lo puedo decir a día de hoy. Como pronto podremos decirlo a mediados del año que viene", aseguró la canciller a ser interrogada sobre las declaraciones que realizó el día anterior su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que dio por sentado un nuevo paquete de ayudas para Atenas.