
El banco central alemán, Bundesbank, parte de la base de que será necesario un nuevo programa de rescate para Grecia a más tardar a principios de 2014, es decir, tras las elecciones legislativas en Alemania del próximo septiembre. | La falsa normalidad en Europa
El semanario Der Spiegel cita hoy una frase, contenida en un documento interno del banco central, según la cual "los europeos deberán aprobar a principios de 2014, como sea, un nuevo paquete de créditos a Grecia".
El documento, al parecer dirigido al ministerio de Finanzas alemán y al Fondo Monetario Internacional (FMI), critica que la actual revisión por parte de la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y FMI- se debe a "presiones políticas".
El Bundesbank no llega a insinuar que se trate de algo directamente forzado por el Gobierno alemán para evitar que la cuestión empañe la campaña electoral, pero considera infundado el "optimismo" de creer que no será necesario.
Los riesgos de un programa de rescate son "extraordinariamente altos", cita el semanario, mientras persisten "notables dudas" acerca de la capacidad del Gobierno de Atenas de llegar a implementar unas reformas que el Bundesbank considera "imprescindibles".
Hasta ahora, Grecia ha recibido ayudas por un monto de 200.000 millones de euros, apunta el semanario, la última partida de las cuales, de 5.700 millones, se transfirió en julio.
El FMI advertía de la necesidad de 11.000 millones
Ya a finales de junio, el FMI advirtió que Grecia necesitaría otros 11.000 millones y más quitas de deudas en un informe sobre su evaluación trimestral del programa de ayuda heleno. El organismo apuntaba entonces a que la Eurozona se vería forzada a aportar al menos la mitad del dinero antes de que finalice el año y a asumir mayores pérdidas. Asimismo, reiteraba que para reducir el endeudamiento griego a unos niveles manejables, los socios comunitarios deberán liberar a Atenas de sus compromisos financieros y perdonar deudas al país por alrededor de 7.400 millones de euros en dos años.