El banco central de China ha anunciado hoy una esperada reforma por la que eliminará los controles sobre los tipos de interés a los que prestaban los bancos. De este modo, desaparecerá el suelo que había hasta ahora en los tipos a los que se concedían los préstamos, que estaba establecido en el 70% delinterés de referencia establecido por el banco central.
"Es otra fórmula de relajación y una forma de tener una política monetaria más laxa", ha señalado a Reuters un agente de renta variable de Londres.
El Banco Popular de China ha señalado en un comunicado que la medida, que entrará en vigor mañana, reducirá los costes de financiación de las empresas nacionales y mejorará la asignación de recursos financieros. "Esto servirá de apoyo a la economía real y ayudará a su reestructuración y modernización", aseguró el banco central.
Sin embargo, la institución no ha hecho cambios en sus límites a las tasas de depósito o en sus políticas para los préstamos hipotecarios.
Los planes del gigante asiático son recortar el crédito de manera selectiva para forzar una consolidación en la industria. De este modo hará llegar dinero barato a las empresas competitivas y ahogará a todas aquellas que generen un exceso de capacidad e inflen la economía.
"El mensaje muestra que las autoridades chinas se centrarán más en la reestructuración económica para estabilizar la economía en lugar de proporcionar más liquidez para apoyar el crecimiento económico", dijo recientemente Li Huiyong, economista de Shenyin Wanguo Securities en Shanghái.