
Los intentos del Banco Central Europeo (BCE) de revivir la maltrecha economía de la Eurozona con tipos de interés ultrabajos está provocando un boom de deuda en los países con mejores calificaciones crediticias, especialmente en Finlandia. Una prueba de que las medidas que se toman para el conjunto del euro provocan reacciones muy diversas, ya que el crédito sigue sin fluir en los países con más problemas, tal y como recoge la agencia Bloomberg. Holanda ya ha caído presa de su propia burbuja inmobiliaria.
La deuda de las familias finlandesas ha llegado a tocar máximos gracias a que los tipos hipotecarios están en mínimos, un panorama que contrasta con Grecia o Portugal, donde obtener un crédito es prácticamente imposible.
"El BCE ha recortado los tipos casi a cero, y ahora se ve que está alimentando a algunas partes de la Eurozona (Finlandia, Alemania, Austria y Francia) pero no a todas partes", explicó Holger Sandte, analista jefe de Nordea, el mayor banco nórdico.
Mientras, el conjunto de la Eurozona sigue en recesión, y crece la presión para que Mario Draghi estimule más la economía. Sin embargo, más rebajas de tipos u otro tipo de medidas conllevan el riesgo de crear burbujas inmobiliarias en países que ya gozan de tipos reales bajos y al mismo tiempo no cumplir con la reactivación del crédito en los países donde no llega.
"La caja de herramientas del BCE está prácticamente vacía", añadió Sandte en declaraciones a la agencia estadounidense. Podría recortar más los tipos o crear un programa de crédito junto al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para pymes, pero "si me preguntas si estos son instrumentos potentes, tengo que decir que desafortundamente no lo son".
Finlandia vs España
Estos desequilibrios dentro de la Eurozona tienen su máximo exponente en Finlandia. Los costes de las hipotecas allí han caído de media hasta el 1,5% de interés, según los datos del BCE. Los tipos variables para nuevas hipotecas se sitúan en el 1,97%, el nivel más bajo de la Eurozona, donde la media es del 2,87%. El nivel más alto es el de Chipre, con un 5,14%.
De momento, ya hay algunos signos preocupantes. Los precios de la vivienda en Finlandia han crecido un 35% desde el año 2000, y el número de hipotecas ha crecido un 130% en la última década. En España, sin embargo, los precios de la vivienda están casi un 40% por debajo de su pico en 2007, y en el primer trimestre el número de hipotecas concedidas cayó un 73%.
En el país nórdico, las hipotecas son de media alrededor de un 75% del valor total de la vivienda, y los bancos dan créditos por el 100% del valor, si bien exigen garantías y seguros para el 30% de ese valor.
"Los tipos bajos han incrmentado la demanda y la han mantenido fuerte incluso durante ciclos económicos cambiantes", dijo Kari Kauniskangas, consejero delegado de YIT Oyj, el mayor promotor de vivienda del paós. "Ha sido un factor importante a la hora de contribuir al buen desarrollo del mercado de la vivienda finlandés".
Nona Buchert, de ReMax en Helsinki, explicó que "la idea general de que los tipos de interés están bajos significa que hay un constante flujo de compradores buscando una casa". Este interés en la vivienda ha hecho que la deuda de las familias ya suponga el 119% de los ingresos, por encima de la media de la Eurozona, situada en el 99%. El ministerio de Finanzas espera que esta ratio suba hasta el 122%.
¿Habrá una burbuja?
Estas perspectivas hacen que los analistas esperen al menos una corrección en los precios de la vivienda. Desde el banco alemán Commerzbank apuntaban el mes pasado que Finlandia y Suecia (que no es miembro del euro) son los lugares más probables donde se vea un crash inmobiliario en los próximoes tiempos.
De momento, las autoridades finlandesas están estudiando diferentes medidas para controlar este boom del crédito, incluyendo una propuesta para dar al regulador financiero poderes para limitar el valor de las hipotecas concedidas por los bancos.
Y aunque los bajos tipos de interés están ayudando a limitar los daños en países como España, en Bruselas existe preocupación por estas divergencas. "Los periodos prolongados de tendencias divergentes en el coste del crédito dentro de la Eurozona podrían indicar la emergencia de algunas fricciones en la transmisión de política monetaria", alertó la Comisión Europea ya el pasado mes de marzo.