
El Fondo Monetario Internacional (FMI) trabaja en un informe en el que admite una serie de errores en la gestión del rescate a Grecia, el primero de una crisis de deuda que se ha extendido por toda Europa. La conclusión a la que llega el organismo es que se han subestimado las consecuencias para la economía helena de las duras medidas de austeridad a cambio de la ayuda financiera. La teoría del FMI da un vuelco: "El consenso de Washington ya es historia".
Según informa el Wall Street Journal en un documento marcado como "estrictamente confidencial", el FMI admite que subestimó el daño que sus recetas de austeridad podrían haber provocado a la economía griega, en recesión durante varios años.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Grecia cayó en el primer trimestre de 2013 un 5,3%, según la estimación de la oficina de estadísticas Elstat. Sigue a la caída del 5,7% que registró el país en los últimos tres meses de 2013, la mayor desde el tercer trimestre de 2011.
Por otro lado, la tasa de paro de Grecia alcanzó el pasado mes de febrero el 27%, tres décimas más que en enero y muy por encima del 21,9% registrado en febrero de 2012.
En su informe, el Fondo también admite sin embargo que la respuesta a los problemas de Grecia ofrecida de forma coordinada con la Unión Europea compró tiempo para limitar la caída del resto de los 17 países que forman la unión monetaria. A este respecto, admite que el mayor beneficio del rescate no fue tanto Grecia como el conjunto de la Eurozona.
El diario señala que previsiblemente mañana jueves se hará pública una versión del documento, preparado por el personal del FMI.
Un rescate total de 240.000 millones
El primer rescate de la Unión Europea y el FMI se concedió a Grecia el 2 de mayo de 2010 para evitar la bancarrota del Estado y el segundo el 9 de marzo de 2012.
El crédito de los dos rescates asciende a 240.000 millones de euros (110.000 y 130.000). A grandes rasgos, los requisitos consistían en un programa de ajustes estructurales y en un plan de austeridad. Para cumplir con los objetivos de reducción del déficit, Grecia tuvo que aplicar recortes salariales y de prestaciones y aumentar impuestos.
¿Deuda sostenible?
Por otro lado, el informe de la institución que dirige Christine Lagarde afirma que forzó sus normas para hacer que la creciente deuda de Grecia fuera sostenible y que, en retrospectiva, el país incumplió tres de los cuatro requisitos del FMI para poder recibir ayudas.
En los últimos tres años, los responsables del Fondo, incluida Lagarde, han incidido en que la deuda de Grecia era sostenible, pero el documento describe las incertidumbres que rodean el rescate como "tan significativas que el equipo era incapaz de asegurar que era sostenible con una alta probabilidad".
Por otro lado, el texto también reconoce que fue demasiado optimista sobre las perspectivas del Gobierno griego acerca de su regreso a la financiación de los mercados, así como sobre su capacidad política de implementar las condiciones incluidas en el programa de rescate.
Críticas a Bruselas
En cuanto al papel de la Comisión Europea (CE), el FMI se muestra también crítico, ya que, dado que tiende a diseñar sus posiciones políticas por consenso, ha mostrado un "escaso éxito" a la hora de implementar las medidas y no tiene experiencia en gestión de crisis.
En este sentido, el Fondo añade que sus socios europeos se han centrado más en el cumplimiento de la normativa europea que en el impacto del crecimiento y que no fue capaz de contribuir mucho a la identificación de reformas estructurales que mejoren el crecimiento.
Por otra parte, también señala que ninguno de los miembros de la troika -el FMI, la CE y el Banco Central Europeo (BCE)- consideraban el acuerdo "ideal" y que había "marcadas diferencias de opinión", especialmente en lo que se refiere a las previsiones de crecimiento. Sin embargo, incide en que a Grecia se le obligó a cumplir unos objetivos fiscales "cada vez más ambiciosos".