
El ministro Luis de Guindos asegura que, para llevar a cabo su última actualización del cuadro macroeconómico, buscó situarse en "el peor de los mundos posibles", y por ello previó un 2013 de recesión profunda (un 1,3% en escala interanual) y un 2014 de crecimiento más que modesto (del 0,5%). Ahora bien, los expertos consultados por elEconomista consideran que, para una economía tocada por dos años consecutivos de retrocesos, sólo hay dos opciones: otra caída o estancamiento.
Con objeto de fundamentar su posición, los escépticos toman como primera base el hecho de que la recesión en 2013 puede ser más honda de lo que el equipo de De Guindos ha querido reflejar.
"El Gobierno se ha quedado corto; es posible que el suelo de la caída esté en el 1,5%", explica Miguel Ángel Bernal, coordinador del Departamento de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), o incluso en el 1,6% según explican los expertos del Instituto Flores de Lemus, que prevén una tasa interanual del PIB atrapada en el cero por ciento en el año que viene.
Son sólo décimas las que separan estas estimaciones de las que baraja Economía; con todo, no hay que desdeñar su importancia en una economía que acumula dos ejercicios consecutivos de contracción. Esos números de más a la derecha de la coma ponen de manifiesto que poco se puede esperar de los motores de la economía española que no estaban gripados: si ni siquiera ponen fin a la caída del PIB, es descabellado esperar que tengan capacidad para tirar de él, aunque sea a una velocidad que no llegue al punto porcentual por año.
En particular, son muchas la esperanzas puestas en el sector exterior, pero "no debemos perder de vista que, si hay mejoría en ese ámbito, se debe a que estamos importando menos como corresponde a una economía en recesión. En cuanto a las exportaciones, habrá que ver qué es lo que ocurre en los mercados exteriores, con la pérdida de fuelle de emergentes como China", sentencia Bernal.
También Manuel Balmaseda, director de Estudios Económicos de Cemex, tiene presente que no se presenta tan claro el panorama futuro: "Para lo que ocurra en 2014 va ser crítica la manera en que terminemos el año. Lo que debemos asumir es que los dos años siguientes van a ser muy complicados". En particular, serán unos ejercicios en los que la gasolina de la que el crecimiento no puede prescindir será escasa: "Tanto en 2014 como en 2015 el crédito continuará siendo la asignatura pendiente", remacha.
Una EPA que será clave
Incluso, en el mejor de los casos, que es el que se imagina el economista y el profesor de la escuela de negocios IESE, José Ramón Pin Arboledas, debido a "las buenas temporadas turísticas que nos esperan o las inversiones de las grandes empresas automovilísticas", en el supuesto de que se esquive la recesión y haya crecimiento, "va a ser de miseria en los próximos ejercicios". Y aun ese augurio merecería quedarse en suspenso, y dejar margen para un escenario más sombrío, dependiendo de lo que ocurra en el último trimestre de 2013, que se verá reflejado en la EPA correspondiente a ese periodo.
"Si el mercado laboral se comporta tan mal como esperamos", tercia Bernal, es "imposible llegar al 0,5% de crecimiento con el consumo de las familias todavía acobardado ante un aumento sin fin del desempleo y con el Estado acorralado aún por el pago de subsidios".