
Holanda, uno de los halcones europeos junto a Finlandia y Alemania, podría cambiar su agresiva postura a favor de la austeridad y la reducción del déficit ante un hecho muy claro: ellos mismo podrían no cumplir los objetivos que predican para los demás. Es más, incluso podrían pedir, como España, más tiempo para cumplir con las normas que impone Bruselas.
Este cambio de postura podría ser significativo, y llega en un momento en el que muchas voces piden más crecimiento y menos austeridad. Las elecciones de Italia, con el rechazo a Mario Monti y su ortodoxia europea, es el ejemplo más claro y reciente, pero no el único.
España, por ejemplo, ha moderado también su discurso, y hoy el minsitro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado tras presentar los datos de déficit que "no vamos a tomar más medidas que agudicen la recesión" en España. Francia, por su parte, también ha repetido incesamente sus súplicas por mayores estímulos a la economía.
Más austeridad perjudicará a su economía
El supervisor fiscal del gobierno holandés ha asegurado hoy que el país no cumplirá con el límite del 3% de déficit impuesto por Bruselas en los próximos años debido a la caída de los ingresos y a los mayores gastos sociales derivados de la caída de la actividad económico. Bajo las reglas de la UE, Holanda podría enfrentarse a penalizaciones si no cumple este años 2013.
Jeroen Dijsselbloem, ministro de Finanzas y presidente del Eurogrupo, ha asegurado hoy en una entrevista televisiva que "estamos atravesando unos tiempso duros. El Gobierno tiene que buscar ahora medidas adicionales. No deberíamos mirar solo a los recortes de gasto, también tenemos que pensar como ayudar a reavivar la economía y crear empleo".
Holanda está considerado como uno de los miembros más robustos de la Eurozona, y se suele asociar al grupo que forman Alemania, Austria y Finlandia, el núcleo de la moneda única. Sin embargo, su déficit se aprecerá más a los de los 'derrochadores' del sur de Europa: el CPB Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis espera que sea del 3,3% en 2013 y del 3,4% en 2014.
Uno de los 'duros' pide más flexibilidad
Además, las previsiones de Bruselas no son nada halagüeñas tampoco, y será uno de los miembros más débiles de la Eurozona por la caída de los precios de la vivienda y de la confianza del consumidor. Tras caer un 0,9% en 2012, desde la Comisión esperan que su PIB se contraiga otro 0,6% este año. Más recortes públicos y/o más impuestos podrían perjudicar más a su economía, según los economistas y miembros del Gobierno.
Ante este panorma, el Gobierno espera obtener un año extra para conseguir alcanzar el objetivo del 3% de déficit público. Dijsselbloem ya está preparando medidas de austeridad adicionales para 2014 que serán presentadas mañana.
Sin embargo, desde el ejecutivo holandés se espera una postura más flexible desde la Comisión Europea, según las fuentes citadas por The Wall Street Journal. Sin embargo, en su contra juega que los holandeses han sido uno de los mayores defensores de la disciplina presupuestaria y aliados clave de Alemania en el giro hacia la austeridad como medicina para resolver los problemas del bloque.
Sus problemas no parecen muy distintos de los que asolan algunos de los países con los que ha sido más crítico, como España o Italia. Holanda nacionaliza SNS Reaal, la cuarta entidad financiera del país y le inyecta 3.700 millones.
¿Cambiará el rumbo de la Eurozona?
Precisamente, las mayores dificultades que se está encontrando el bloque para lograr la ansiada recuperación podrían estar provocando un cambio del discurso oficial. En este sentido, el vicepresidente económico de la Comisión, Olli Rehn, ha insistido este jueves en que es necesario continuar con la consolidación fiscal y con las reformas para salir de la crisis, pero ha defendido "tender puentes entre la cultura de la estabilidad del norte y la cultura de la solidaridad del sur".
"No hay ninguna medida -ya sea únicamente la disciplina fiscal (defendida por los países del norte) o únicamente la mutualización de la deuda (reclamada por los países del sur)- que pueda resolver por sí sola la crisis", ha dicho Rehn en un discurso en Londres cuyo contenido se ha difundido en Bruselas. "No hay ninguna bala de plata. Si la hubiera, créanme, la habríamos disparado", ha resaltado.
"Por ello, necesitamos continuar nuestra respuesta global a la crisis, e intensificarla y ajustarla como sea necesario. Necesitamos tender puentes entre la cultura de la estabilidad del norte y la cultura de la solidaridad del sur, y encontrar soluciones que reflejen la necesidad tanto de estabilidad como de solidaridad", ha insistido el vicepresidente económico. Unos puentes que podrían empezar en Holanda, uno de los 'duros' que empieza a sentir en sus propias carnes los rigores de la austeridad.