
La economía española acentuó su contracción durante el cuarto trimestre de 2012, al registrar un descenso del 0,8% en tasa intertrimestral, una décima más del 0,7% adelantado el pasado 30 de enero. Según el INE, se debe a una aceleración de la caída del consumo y la inversión durante los últimos tres meses del año. En el conjunto del año 2012, el PIB español se contrajo un 1,42%, desde el 1,37% avanzado.
En tasa interanual, resultante de comparar la cifra del último trimestre de 2012 con el mismo periodo de 2011, la contracción del PIB se sitúa en el 1,9%. El organismo estadístico también ha empeorado en una décima este dato con respecto al difundido hace un mes, cuando situaba la caída interanual en el 1,8%.
De acuerdo con el INE, el PIB a precios corrientes se redujo a 1.051.204 millones de euros en el conjunto de 2012, como resultado de la agregación de las estimaciones correspondientes a los cuatro trimestres del año.
Además, las cifras de Contabilidad Nacional Trimestral publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística son peores que las estimaciones realizadas por el Banco de España, que había previsto un descenso del 0,6% en el cuarto trimestre, una caída interanual del 1,7%, y un retroceso del 1,3% en 2012.
El Gobierno también había indicado en las últimas semanas que esperaba que la disminución del PIB mejorara las previsiones oficiales y se situara en el -1,3% en 2012.
Seis trimestres en caída
La contracción trimestral del 0,8% experimentada entre octubre y diciembre de 2012 empeora en cinco décimas el dato del tercer trimestre, cuando el PIB bajó un 0,3%. Con la cifra del cuarto trimestre, la economía española acumula seis trimestres de crecimiento negativo, mientras que, en tasa interanual, el PIB suma cinco trimestres de retrocesos.
Por su parte, la caída interanual del PIB en el cuarto trimestre es tres décimas más acusada que la registrada en el tercer trimestre de 2012, cuando la economía retrocedió un 1,6%.
El INE ha explicado que esta aceleración en el retroceso del PIB es consecuencia de una aportación siete décimas más negativa de la demanda nacional, hasta -4,7 puntos, que se vio compensada sólo en parte por una contribución cuatro décimas más positiva del sector exterior (de 2,4 a 2,8 puntos).
Caída generalizada
El gasto en consumo final de los hogares experimenta un descenso anual del 3% frente al -2,1% estimado para el tercer trimestre, como consecuencia de un empeoramiento en todos los grupos de consumo, siendo más acentuado en los casos de bienes duraderos y de servicios. Esta evolución es consistente con la evolución de la confianza de los consumidores, cuyo indicador empeora el registro del trimestre anterior.
Uno de los factores que ha influido en este comportamiento es el descenso del nivel de ingresos de las familias por la vía de los salarios. La remuneración de los asalariados, principal recurso de los hogares, presenta un descenso del 8,5% frente al -5,5% del trimestre anterior.
Por su parte, el gasto de las Administraciones Públicas retrocedió el 4,1%, como consecuencia de la evolución tanto de los consumos intermedios como de la remuneración de los asalariados.
La formación bruta de capital fijo aumenta su decrecimiento en más de medio punto en el cuarto trimestre, pasando del -9,7% al -10,3%.
La demanda exterior, también a peor
En cuanto a las exportaciones de bienes y servicios moderan su crecimiento, pasando del 4,2% al 3,2%, en línea con la evolución desacelerada de las economías de los países a los que se destinan estas exportaciones, fundamentalmente de la Unión Europea.
Analizando sus componentes, se observa una desaceleración más suave en el caso de los bienes (del 3,6% al 3,0%), que en el caso de las exportaciones de servicios no turísticos (del 9,0% al 7,9%), mientras que las compras de no residentes en el territorio económico experimentaron un decrecimiento de cuatro puntos (del 1,1% al -2,9%).
A su vez, las importaciones de bienes y servicios aceleraron su ritmo de decrecimiento en dos puntos (del -3,4% al -5,4%), en consonancia con el menor nivel de actividad. Todos sus componentes presentan decrecimientos, de mayor cuan tía en el caso de los bienes (-6,1%) que en el de los servicios (-3,1%).