
La economía de Estados Unidos cayó de forma inesperada en el cuarto trimestre de 2012, al registrar una contracción del 0,1% anualizado, según ha informado el Departamento de Comercio del país. El dato, la primera de las tres estimaciones que difunde el organismo, es mucho peor de lo que preveía el mercado, que había estimado un crecimiento del 1,1%.
La cifra representa el peor nivel desde el segundo trimestre de 2009 y contrasta fuertemente con la registrada en el tercer trimestre del pasado año, cuando la economía estadounidense avanzó un 3,1%.
¿A qué se debe la caída?
La contracción de la economía de EEUU en el último trimestre de 2012 se debe fundamentalmente al descenso en el gasto público y a un ajuste de los inventarios. En concreto, hubo un importante descenso del 22,2% en el gasto en Defensa, el mayor de las últimas cuatro décadas, y el gasto gubernamental en conjunto se redujo el 6,6% anualizado.
Por su parte, los inventarios de las empresas estadounidenses moderaron su crecimiento hasta los 20.000 millones de dólares, frente a los 60.000 millones de dólares del tercer trimestre. Esto, junto con la disminución en las inversiones procedentes de Washington, restaron 2,6 puntos al PIB (1,3 puntos menos, respectivamente).
También descendieron las exportaciones, que bajaron el 5,7%, y las importaciones que cedieron el 3,2%. "Seguro que la caída de las exportaciones genera más argumentos para el debate actual en los mercados de divisas", apunta Jose Luis Martínez, estratega de Citi en España.
La segunda lectura
Sin embargo, la lectura global del dato publicado hoy no es tan negativa. Y es que el gasto de los consumidores, que en EEUU representa más de dos tercios del PIB y ofrece una imagen más fiel de la salud de la economía, creció a un ritmo del 2,2%. Este dato mejora en seis décimas el incremento del 1,6% de los tres meses anteriores y prácticamente coincide con las expectativas de los analistas, que auguraban de media un repunte del gasto en consumo del 2,1%.
Además, también han mejorado otros componentes del PIB como el de la inversión empresarial, que entre octubre y diciembre avanzó el 8,4%, tras la caída del 1,8% anterior. Por su parte, la inversión en bienes de equipo repuntó el 12,6%, desde el descenso del 2,6% registrado en el tercer trimestre.
"¿Datos desconcertantes? Incertidumbre: esto es lo que podría reflejar el ajuste de inventarios. Pero lo cierto es que el consumo privado y la inversión se han mantenido sólidos, anticipando mejores números en el primer trimestre", indica Martínez.
De la misma opinión es el analista Paul Edelstein, que afirma tajante que las cifras "no son tan malas como parece". "Esto tiene que ver con la inversión en defensa. El gasto de los consumidores ha subido con fuerza y la inversión fija fue bastante fuerza", añade el experto, de de IHS Global Insight, cuyo equipo había realizado la proyección de crecimiento más baja para el cuarto trimestre de todas las registradas en Bloomberg.