Los Presupuestos de 2013 han dejado fríos a los analistas de Wall Street. "No están impresionados", afirma el portal MarketWatch. Un hecho que incrementa las posibilidades de que mañana la agencia de calificación Moody's fulmine de nuevo el rating de España y lo rebaje hasta el nivel de bono basura.
Un hecho que obligaría al Gobierno a pedir el rescate, incluso aunque las condiciones sea a partir de ahora más duras.
Stephen Pope, socio de Spotlight Ideas afirma que el presupuesto que ha presentado hoy el Ejecutivo "es un presupuesto artístico que suspende toda la realidad". Según Pope, el Gobierno ha tratado de satisfacer a todos. Al público "al aumentar las pensiones" pero teniendo que acudir a la Reserva de Seguridad Social para usar 3.000 millones.
Predrag Dukic, de CM Capital Markets afirma que "muchos esperaban que el Gobierno pidiera hoy un rescate hoy". Si bien esto no ha ocurrido es evidente "que esperábamos medidas más valientes por parte del Ejecutivo español".
Por su parte, Simon Smith, jefe de análisis de FxPro, indica que el mercado estará a partir de ahora "más expectante" ante el posible anuncio de un rescate en el futuro después de que las medidas fueran más allá de las recomendaciones de la UE.
Alessandro Giansanti, estratega de ING, explica al WSJ que pese a las medidas anunciadas hoy "mientras el Gobierno se abstenga de pedir un rescate, vamos a ver los diferenciales españoles ampliándose. El mercado va a empujar a España a pedir un rescate".
Según los analistas de NAB no sería extraño "que Moody's pasase a la acción y redujera mañana la calificación crediticia de España hasta bono basura". Desde la casa de análisis determinan que el oportunismo de las acciones de Moody's "ha sido exquisito", así que no sería de extrañar que rebajase la calificación una vez cierre Wall Street.
Probablemente una acción concreta podría producirse mañana viernes, con la intención de dejar que los mercados de renta variable puedan reposar la noticia durante el fin de semana y a fin de dar margen al Gobierno de España para reaccionar ante una decisión que podría disaparar aún más los costes de financiación de nuestro país y endurecer las condiciones de la troika ante un posible rescate.