Italia y España no pedirán el rescate a menos que una nueva subida de las rentabilidades de los bonos les cierre el mercado, ya que ningún gobierno aceptará voluntariamente las condiciones que vienen asociadas a la ayuda. Rajoy analiza hoy en Roma con Monti la evolución de la crisis.
Eso es lo que defiende Gianfranco Polillo, viceministro de Finanzas de Italia, que en declaraciones a Bloomberg aseguró que "no habrá ninguna nación que voluntariamente, en un movimiento preventivo, incluso si está justificado racionalmente, vaya a una institución internacional y diga: 'Voy a renunciar a mi soberanía nacional'".
Polillo añadió que "lo descarto por parte de Italia y para cuaqluier otro país".
El rendimiento de los bonos de ambos países ha caído más de un punto porcentual desde que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) señalara el pasado 2 de agosto su voluntad de hacer todo lo que fuera necesario para que sobreviviera el euro.
Sin embargo, cuando presentó su programa de compra de bonos en la última reunión del BCE, la insistencia en la fuerte condicionalidad ha retraído a Mariano Rajoy, que no se decide a pedir ayuda para España. Desde el Gobierno, incluso, se asegura que podría no se necesario dado lo que han caído las primas de riesgo en los últimos días.
En este sentido, Polillo aseguró que el programa "será activado solo cuando los países tengan el agua al cuello".
Polillo, número 2 del ministro de Finanzas, Vittorio Grilli, destacó que si un país pulsara el botón de ayuda, "los trámites serían muy duras tanto desde el punto de vista político como del económico", y cualquier condicionalidad traería mucha incertidumbre.