La Reserva Federal de Estados Unidos ha lanzado hoy una nueva ronda de estímulos, el llamado QE3, con el objetivo de animar una economía que pierde fuelle y un mercado laboral demasiado débil. Aún así, el banco central advierte que reducir la tasa de paro desde el nivel actual (8,1%) al 6%, tasa media de los últimos 50 años, no será fácil. Por eso el presidente del organismo, Ben Bernanke, no ha fijado una fecha límite para su nuevo programa: "Lo mantendremos hasta que la situación del mercado laboral mejore".
En cualquier caso, el banco central advierte de que su política de expansión monetaria no conseguirá reducir de forma sustancial el desempleo al menos hasta dentro de dos años.
Durante su intervención en rueda de prensa, Bernanke ha defendido las medidas emprendidas hoy por la institución, pero ha avisado de que sus actuaciones no son la "panacea" y "no curan todas las enfermedades" de la economía por sí solas. Bernanke ha afirmado que el desempleo es una "grave preocupación" y ha agregado que aunque la economía parece estar "avanzando", las perspectivas siguen siendo "inciertas".
La institución ha difundido hoy sus nuevas previsiones sobre crecimiento, empleo, inflación y tipos de interés. El banco central ha revisado al alza sus estimaciones de crecimiento para 2013 y 2014, pero advierte de que durante esos años la tasa de paro seguirá siendo alta y no prevé que ronde el 7% al menos hasta 2014. Consulte el cuadro de previsiones (.pdf)
La Fed piensa que el Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU crecerá entre un 1,7 y un 2% en 2012, frente al entre 1,9 y 2,4% que estimó en junio. En 2013, la primera economía del mundo mostrará una expansión de entre el 2,5 y el 3% (frente al 2,2-2,8% previsto en junio). De cara a 2014, crecerá a un ritmo de entre el 3 y el 3,8% (frente al 3-3,5%).
La Reserva Federal ha mantenido su expectativa para el desempleo, con un índice este año de entre el 8 y el 8,2%. En junio pasado, había calculado que el índice del desempleo para el año próximo estaría entre el 7,5% y el 8%, y ahora espera que se sitúe entre el 7,6% y el 7,9%.
En cuanto a la inflación, el banco central estadounidense ha subido su expectativa y cree que este año terminará siendo de entre el 1,7% y el 1,8%, ligeramente por encima encima del cálculo hecho en junio que preveía una inflación del 1,2% al 1,7%.
En su comparecencia, el presidente de la Fed ha incidido en que la institución no puede precipitarse a la hora de abandonar una política monetaria altamente acomodaticia. Por eso se ha comprometido a mantenerla hasta que la recuperación sea sostenible y permita la creación de empleo. Sin embargo, ha matizado que no se puede prolongar tampoco hasta que se logren todos los objetivos de su mandato, como el pleno empleo.
EEUU creció un 1'7% entre abril y junio