Economía

El Gobierno de Rajoy quiere saber de antemano cuánto bajará la prima para pedir el rescate

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Foto: Archivo.

No son las condiciones asociadas al rescate, sino la evolución de la prima de riesgo lo que realmente detiene la petición de auxilio por parte del Gobierno español. Esa letra pequeña es la que le pide a Europa para seguir adelante. Quiere saber qué umbral activaría la intervención del BCE. Mientras el Gobierno ignore ese extremo, no hará la solicitud. ¿Tiene España liquidez para esperar?

El Banco Central Europeo se ha reservado esta información -no ha comunicado su objetivo para la deuda española-, y el Ejecutivo de Rajoy no está dispuesto a tirarse a la piscina del rescate sin saber los planes del instituto emisor para nuestra deuda pública y en qué punto dejaría de dar oxígeno con su plan de compras de bonos.

Lo que tiene claro el Gobierno es que sin saber el punto que activaría las compras ni, correlativamente, el nivel al que, después, estaría dispuesto a descender la prima española para drenar nuestra financiación, la solicitud de ayuda no compensa, con toda la carga de estigma que supone ser un país rescatado. Incluso, aunque la modalidad de salvamento que nos apliquen sea la precautoria, menos dañina para la imagen del país que las fórmulas aplicadas a los anteriores rescatados Grecia, Portugal e Irlanda.

En este sentido se pronunció veladamente ayer en el Parlamento el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Manifestó que supedita la petición de rescate a la evolución de la prima de riesgo y al diferencial de financiación de España. También a las condiciones, pero la ignorancia del primer término hace pasar a éstas a un segundo plano.

Se trata de "una decisión muy importante", dijo Rajoy. "Tendremos que estudiar si es necesario, si es conveniente para España, deberemos saber cuáles son las condiciones y a la vista de todo eso tomaremos una decisión", declaró en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. "Será una decisión que defienda los intereses generales de los españoles", insistió, explicando que el Ejecutivo tendrá en cuenta a la hora de pedir o no el rescate la evolución de la prima de riesgo.

La efímera tregua del mercado

El itinerario con el que trabaja el Gobierno es claro. En primer lugar, sabe que si no acude a alguna forma de programa de ayuda, volverá el azote del mercado con la misma virulencia que a principios de verano. Pero no va a lanzarse a ciegas, lo que crea el siguiente bucle: el BCE comprará deuda española si pedimos ayuda a la UE y hay acuerdo de todos los Estados miembros, pero España no solicitará el auxilio sin que el BCE se pronuncie sobre el objetivo para la deuda española.

Este círculo se irá estrechando a medida que se agote la paciencia del mercado, que tras las palabras de Draghi el pasado 6 de septiembre se relajó ante la expectativa de una España apuntalada. De la duración de la tregua dependerán las cesiones de unos y otros para cumplir, al fin y al cabo, los propósitos del BCE: disparar el bazooka que ha dispuesto contra cualquiera que apueste contra el euro.

No sabe nada de las pensiones

En la sesión parlamentaria, y con el nuevo rescate como hilo conductor, Rajoy hubo de enfrentarse a un líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, quien dio por sentado que el rescate afectará a las pensiones, como consecuencia de las condicionalidades de la ayuda europea, y quien, además, pidió que el Congreso vote las condiciones que se puedan exigir al país.

El presidente le respondió que el "único partido que ha congelado las pensiones" fue precisamente el PSOE y el PP "las ha subido siempre". Y prosiguó Rajoy resaltando la sorpresa que le produce que Rubalcaba parezca saber ya el contenido de las futuras condiciones. "Usted ya ha hablado aquí de las pensiones. Yo de eso no sé absolutamente nada. Por eso le tengo que pedir un poco de rigor, porque usted tampoco sabe absolutamente nada".

En cualquier caso, Rajoy, tras sentenciar ante la canciller Merkel el pasado día 6 y reiterar el pasado lunes que no tocaría las pensiones, ayer no aclaró si las revalorizará en los próximos Presupuestos para compensar la inflación.

El presidente afirmó que la situación actual es "difícil", pero "transitoria", y pronosticó que "pronto se podrá hablar de crecimiento económico y empleo".

También otro miembro del Ejecutivo, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, se refirió a la eventual petición de auxilio. Explicó que se estudia las alternativas sobre la compra de bonos por el BCE. "Cuando se pida la asistencia que se tenga que pedir, tendrá buena acogida en los mercados",dijo.

El Gobierno descarta el rescate total

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró a dos diarios finlandeses que España no va a pedir un rescate global, "porque no es lo que la economía española necesita en estos momentos". Así lo recogieron ayer los rotativos Helsingin Sanomat y Kauppalehti.

No obstante, Rajoy reconoció que está estudiando la posibilidad de pedir ayuda al BCE para que compre deuda española, aunque no sin conocer las condiciones que fijaría la entidad y la opinión de sus socios europeos. "Probablemente, al final tendremos que pedir ayuda [al BCE], pero primero hay que escuchar las opiniones de todos", señaló.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky