Economía

Grecia detalla hoy al jefe del Eruogrupo su plan para recortar 11.500 millones

El Gobierno griego trabajaba ayer contrarreloj para cuadrar las últimas cifras del plan de recorte de 11.500 millones de euros que le exige la troika, y que el primer ministro heleno, Antonis Samarás, desgranará hoy durante su reunión en Atenas con el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Samaras pide a la troika "un poco de aire para respirar".

Un ajuste doloroso que afecta a casi todas las partidas del Estado del Bienestar, que choca con la oposición frontal de la ciudadanía, que amenaza con resquebrajar la coalición de Gobierno y que, para más inri, puede no ser suficiente, ya que algunas fuentes elevan en otros 2.500 millones extras la cuantía del desfase presupuestario griego.

Pero es un ajuste imprescindible que debería darle algo de oxígeno a Samaras, que esta semana debe demostrar -ante Angela Merkel el viernes y junto a François Hollande el sábado- la seriedad de su Gobierno y su compromiso con los acreedores internacionales. Los recortes son asimismo cruciales para que Atenas obtenga los 31.500 millones de euros que la troika mantiene congelados desde hace meses por la falta de avances de Atenas en anunciar los nuevos ajustes.

Medidas espinosas

Por ello, aunque el descontento popular se acrecienta, el PIB entra en barrena y el paro afecta al 23% de la población, el primer ministro Samaras presenta hoy a Juncker actuaciones tan espinosas como son la reducción de las pensiones de jubilación, la eliminación de las ayudas sociales y el recorte drástico de las que queden, así como la supresión de 150.000 puestos públicos hasta 2015.

Por no citar la polémica medida que podría mandar a la reserva a unos 35.000 funcionarios durante tres años, cobrando el 65 por ciento del salario.

También se prevén recortes de varios miles de millones que afectarán a hospitales, defensa, educación y municipios.

Asimismo, el Gabinete de Antonis Samaras cerrará compañías públicas y privatizará por completo empresas estatales de electricidad, gas, telecomunicaciones y gestión de agua. El grueso de la austeridad, sin embargo, recaerá en las pensiones de mayor cuantía, aunque también sufrirían rebajas las de hasta 800 euros mensuales, con lo que satisfacer las exigencias de los acreedores internacionales reducirá aún más la nómina de funcionarios y jubilados, que ya han perdido el 40% de poder adquisitivo en tres oleadas de recortes.

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