Economía

Niño Becerra y lo que ningún político dice: "Los inmigrantes no vinieron, se les trajo"

Al margen de todos los problemas que tiene hoy España, existe uno a la vuelta de la esquina que el economista Santiago Niño Becerra califica de tremebundo: "El de una población inmigrante desempleada en un Estado crecientemente más pobre".

Y su origen hay que buscarlo, en su opinión, en la actitud de unos políticos que "increíble e incomprensiblemente tan solo fueron a mirar el cortísimo plazo sin tener en cuenta las consecuencias de lo que estaban decidiendo en relación a algo que afecta a personas, no a mesas ni a caramelos".

En medio del debate sobre la cobertura sanitaria a los inmigrantes sin papeles, Niño Becerra piensa que la verdad a la que ningún político de ningún partido quiere hacer mención "es a la de que los inmigrantes no vinieron a España, se les trajo".

Se les trajo para que hiciesen viviendas a menor coste, con jornadas más prolongadas y con menores condiciones de seguridad que si se hubiese contratado a trabajadores españoles; se les trajo para que atendiesen a dependientes, para que limpiasen edificios, para hacer de jardineros, "todo a menor coste que la alternativa nacional", explica el Catedrático de Estructura Económica en su blog de La Carta de la Bolsa.

"Y funcionó, claro que funcionó. Funcionó, evidentemente, pero nadie, nadie, dijo ni media palabra en relación a la bomba de tiempo que se estaba formando". Como nadie, recuerda, propuso la simple idea de que podía vincularse la estancia de esos inmigrantes a un contrato de trabajo y a un período de tiempo concreto.

Niño Becerra también se refiere a la propuesta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de que los inmigrantes que se encuentren en situación irregular en España paguen 710 euros anuales, si son menores de 65 años, y 1.864 euros si son mayores de esa edad, para recibir asistencia sanitaria.

"Lo de los 710 euros es una tontería teniendo en cuenta lo que se nos viene encima. Si yo fuese un inmigrante y mi familia, o yo, estuviese enfermo y no tuviera esos 710 euros, los obtendría como fuese, literalmente, como fuese".

Poner precio a los servicios y discutir sobre el mismo está muy bien, el problema empieza cuando la mayoría del colectivo a la que la norma va dirigida no puede pagar ningún precio, añade en su artculo.

"Vuelvo a decir lo que digo siempre. Este, el de la inmigración sin trabajo, no es un tema político, sino económico, exclusivamente. Sres. Políticos en el Gobierno o no. Piensen que van a hacer con ese colectivo porque ahí radica el problema, y su estallido (el del problema) se halla a la vuelta de la esquina", sentencia Niño Becerra.

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