
El mayor recorte de la historia anunciado ayer por el presidente del Gobierno en el Pleno del Congreso no parece suficiente. Los expertos echan de menos más ajustes por la vía del gasto de las entidades autonómicas y locales. Y no olvidan a Europa.
El economista José Ramón Pin afirma que estas medidas deberían haberse tomado antes y augura nuevos recortes tras el verano, entre ellos, la subida del tipo superreducido de IVA. Considera, además, que habría que "adelantar la rebaja de las cotizaciones sociales a este año, no esperar a 2013", y aunque admite que "eliminar la paga extra tiene un efecto inmediato", cree que hay más decisiones que podrían tomarse, como "ERE en empresas públicas autonómicas".
En la misma línea, el catedrático de Economía de la Universidad San Pablo CEU, Rafael Pampillón, cree que "vamos por el buen camino" porque habrá un efecto recaudatorio "suficiente para bajar el déficit", pero admite que el alza del IVA va a "deprimir el consumo". Además, "queda mucho por hacer en las administraciones autonómicas y locales", que es "un campo muy importante de adelgazamiento".
Para Fernando Fernández, profesor de IE Business School, el tijeretazo es imprescindible para cumplir el objetivo de déficit. "No espero más recortes este año, aunque en el IVA falta por ver la lista de bienes sujetos a cada tipo". El experto repite que el sistema fiscal actual "es insostenible y debe modificarse la carga tributaria y que paguemos todos más" porque el riesgo de quiebra del país alcanza cotas inaceptables.
Coincide con este análisis el director del Máster de Finanzas de Esade, Jordi Fabregat: "No había alternativa. El IVA es el único impuesto que garantiza la recaudación, y la foto macroeconómica de España ha empeorado tanto que habríamos llegado a un déficit del 7 por ciento". Fabregat echa en falta, eso sí, la deficinición del impuesto de Sociedades -"las grandes empresas deberían pagar más"- y reconoce que bajar las subvenciones a sindicatos y patronales, el recorte en ayuntamientos y en el empleo público es inevitable. En positivo: no bajar el plazo de cobro del paro. "Si hay que recortar, mejor el importe que no el plazo", sostiene.
Más crítico es Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, que además de estar en contra del alza del IVA opina que "Montoro debería de dimitir, pues tras admitir que este tributo es ineficiente a la hora de recaudar, ahora nos lo sube a todos". Coincide en la necesidad de racionalizar el gasto público, pero estima que las medidas son incompletas y "no evalúan la utilidad de la Administración Pública y tampoco se discute su tamaño".
Desde IG Markets, Daniel Pingarrón critica la supresión de la reducción de la desgravación por vivienda porque "hay que dar salida a un importante stock". De la bajada de las cotizaciones sociales, lamenta que no sea superior porque no va a tener impacto. Para que lo tuviera, la reducción debería ser "tres veces mayor".
El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, las considera perjudiciales, porque "hacen falta ajuste, pero no sólo ajustes. Seguimos necesitando que el BCE compre bonos y que haya estímulos fiscales desde Bruselas para poder crecer". Sobre la bajada del sueldo a los funcionarios, ve poco serio "decir que se les baja y, al tiempo, se les compense en 2015 vía plan de pensiones".
Sandalio Gómez (cátedra Relaciones Laborales IESE) pone el acento en los recortes al paro. "España es de los países que más tiempo paga el paro. Con lo anunciado, Rajoy ahorra dinero, pero mantiene los dos años de derecho, demasiado largo. Se queda corto con la medida".