
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé un alto nivel de desempleo en España a corto plazo, debido a su sus malas perspectivas económicas. Y respecto al futuro, cree que los actuales niveles del paro podrían afianzarse en el tiempo.
"Más allá de algún descenso en las cifras del paro registrado en junio, el alto nivel de desempleo en España va a persistir a corto plazo, debido a sus débiles perspectivas económicas", ha señalado la organización en el apartado español de un informe mundial sobre empleo publicado el hoy.
El organismo prevé que la tasa de paro de España alcanzará el año que viene el 25,3%, lo que implicaría un incremento de ocho décimas respecto a la previsión del 24,5% contemplada para este ejercicio. La cifra volvería a situar a España como la economía desarrollada.
Según la OCDE, la creciente brecha entre la cifra de buscadores de trabajo y las vacantes disponibles sugieren que el incremento cíclico del desempleo se está afianzando como una tendencia permanente de crecimiento del paro.
Además, el organismo ha destacado el incremento del desempleo de largo plazo (12 meses o más), el cual se ha visto agudizado entre jóvenes y trabajadores de menor cualificación.
Preocupación por el largo plazo
La OCDE se muestra particularmente preocupada por las consecuencias que el desempleo juvenil pueda tener a largo plazo.
"La situación de los jóvenes es particularmente preocupante, pues el desempleo y otras dificultades en el mercado de trabajo en sus primeros años de vida laboral podrían afectar a sus carreras a largo plazo y a sus perspectivas de ingresos", dijo.
Según la OCDE, los jóvenes que ni estudian ni trabajan -que califica como NiNis- son el colectivo más expuesto al riesgo.
Uno de los motivos que el informe de la OCDE encuentra para que el mercado laboral doméstico pueda capear el temporal de la crisis es la dualidad entre temporales e indefinidos.
La OCDE estima que una reducción del 1% en el PIB (Producto Interior Bruto) incrementaría en España la tasa de paro en un 0,6% en los próximos cuatro años, frente a un 0,15% de Japón.
"La distancia reside exclusivamente en la diferencia de políticas e instituciones. Las férreas protecciones para los empleados indefinidos y la alta concentración de temporales entre los nuevos contratos se asocian tanto con el comportamiento débil a largo plazo del mercado laboral y como a una menor resistencia del mismo (frente a las crisis)", reza el informe.
La reforma laboral, un paso adelante
Según la organización, la reforma laboral en vigor desde el 12 de febrero debería ayudar a reducir la dualidad y hacer que el mercado de trabajo español sea más resistente a futuras crisis.
"El objetivo de la reforma de reequilibrar la protección laboral rebajando la excesiva protección para los trabajadores con contrato indefinido es un paso en la dirección correcta", dijo.
En este sentido, la OCDE recomendó a España un mayor esfuerzo en reforzar la regulación para los contratos temporales, a través de cambios en el esquema de seguros para el desempleo que deje de lado los incentivos inadecuados para que trabajadores y empresas hagan uso de contratos temporales, y a través de una mejora efectiva de los servicios de recolocación para buscadores de empleo", dijo el informe.