El índice ISM de gestores de compra del sector manufacturero estadounidense bajó en junio hasta los 49,7 puntos desde los 53,5 de mayo. Es el nivel más bajo desde julio de 2009. Hay que recordar que una lectura por debajo de los 50 puntos muestra contracción de la actividad.
El dato ha sorprendido negativamente a los mercados. Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media un descenso mucho menor, hasta los 52,0 enteros.
El indicador parcial de nuevos pedidos bajó 12,3 puntos, hasta los 47,2 y mostró contracción por primera vez desde abril de 2009.
Esta muestra de debilidad estadounidense llega en un momento en el que sigue abierta más que nunca la posibilidad de un nuevo programa de estímulo económico por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, después de que el banco central decidiera en su última reunión prorrogara la conocida como Operación Twist.
"¿Un nuevo QE3? Aún pienso que sólo es una posibilidad. Pero es prioritario estabilizar los mercados financieros, cuando el centro de la tensión sigue siendo Europa", comenta José Luis Martínez Campuzano estratega de Citi.
