El economista Santiago Niño Becerra aborda hoy la problemática del fraude fiscal en países como Grecia, Italia y España. Y su conclusión es que si se atajara con fuerza provocaría el derrumbe de la actividad económica.
"Se entiende que un danés que diseña software para centrales nucleares o un alemán que manufactura piezas de titanio para rotores de helicópteros militares no lo entienda, pero la cosa es así", sentencia Becerra en La Carta de la Bolsa.
Y es que el fraude fiscal en las economías de los PIGS, perteneciendo la "I" del acrónimo a Italia y no a Irlanda, es una manera de que las empresas puedan ser competitivas y sean capaces de generar empleo, ya que si todo se hiciera de manera declarada y legal no podrían hacerlo. Es decir, que si muchos negocios se pusieran en regla estarían abocados a la desaparición con las repercusiones económicas que eso tiene.
En consecuencia, dice Becerra, los ricos de Europa tienen que plantearse si quieren que la "pureza" fiscal acabe hundiendo el PIB de estos países hasta un 30%. Y esto remite al mismo problema de siempre: hay cosas que no se pueden solucionar de golpe igual que hay deudas que no se podrán pagar nunca porque las economías no van a generar los recursos suficientes para hacerlo.
Así las cosas, la ruta de salida de la crisis tiene que ser recorrida "de forma conjunta y coordinada" y habrá que asumir, insiste Becerra, "que los recursos son escasos y que hay que gastar solo en procesos que se desarrollen de la forma más eficiente posible y en lugares en los que las sinergias y el rendimiento sean mayores".
"Ahora ya se sabe que el sistema tiene un cáncer y se tiene clara la quimioterapia necesaria, pero se ha de aplicar. Pienso que el dibujo definitivo se acabará en el verano, para, a partir del otoño, empezar la curación. Los efectos de entrada, como sucede en números tratamientos de quimioterapia, pueden hacer sentir peor al enfermo", afirma el economista.
"España está como Latinoamérica"