Economía

Bankia y BBVA, las más expuestas al crédito de ACS en Iberdrola

  • Ambas entidades controlan el 30% de la deuda del grupo de servicios

La situación financiera de ACS se complica por momentos. El grupo de servicios que preside Florentino Pérez se ha visto forzado en las últimas dos semanas a vender las joyas de la corona y su cotización es una de las que más se resiente con una caída que en 52 semanas supera el 59% de su capitalización bursátil y en cinco años el 70%.

Con este escenario, la espada de Damocles se sitúa ahora en las entidades que participan en la financiación de Residencial Montecarmelo, sociedad en la que ACS tiene aparcada una gran parte de su participación indirecta en Iberdrola.

La banca internacional ya ha tomado medidas y UBS y Societe Generale han forzado, en el peor momento bursátil, a desprenderse de una parte importante de su cartera. Ahora, la presión se sitúa sobre la banca nacional, que concentra gran parte del riesgo en Bankia y BBVA. Ambas entidades son las más expuestas a los graves problemas financieros de ACS, como bancos agentes de una deuda con un saldo vivo de 3.038 millones, es decir, el 33% de la deuda consolidada por el grupo de Florentino Pérez. BBVA es el banco agente del crédito sindicado de Residencial Montecarmelo con un total de 27 entidades financieras en febrero de 2011 por 2.054 millones ( ver gráfico). Entre la entidad que preside Francisco González y Caja Madrid (Bankia) aportaron 308,8 millones cada una -617,6 millones, el 30% del riesgo total-.

Un año después, en febrero de 2012, ambas entidades acudieron a la refinanciación que a pesar de ver reducida su cuantía hasta los 1.661 millones obtuvo unas condiciones más duras, ya que el diferencial pasó de los 65 puntos básicos a los 300 con un vencimiento en diciembre de 2014. En esta ocasión se descolgaron Caixa Geral, Caja Sur, Banco Galicia, Dexia, Ibercaja y Europe Arab Bank.

Por otro lado, Caja Madrid ha sido el banco agente de las dos últimas refinanciaciones de 2009 y 2012 del préstamo original de 1.500 millones solicitado en 2005. Al igual que en el caso de BBVA, las condiciones han ido empeorando. En febrero de hace tres años el importe ascendió a 1.594 millones y el margen a 250 puntos básicos y en febrero de este año, y con los problemas para lograr el mismo nominal la cantidad se redujo a 1.377 millones (ampliables hasta mayo a 1.650 millones) con un diferencial de 350 puntos y unas comisiones de 250 puntos básicos. En esta ocasión también abandonaron el crédito Barclays, Intesa o Caja Galicia.

En esta situación, la posición de la banca es delicada. Forzar en estos momentos una venta de acciones de Iberdrola supondría hundir su cotización, como ya sucedió con la colocación del 3,7% que provocó una caída superior al descuento con el que se ofrecieron las acciones al mercado. Dejar pasar la situación supone acumular riesgo.

Más desinversiones

Las operaciones realizadas por ACS le han generado ingresos por 1.675,3 millones, pero al mismo tiempo tendrá que anotarse unas minusvalías brutas de 576 millones que podrá compensar con la venta de Clece por 150 millones, es decir, 426 millones que tendrían que ir al balance del segundo trimestre si no se producen más ventas.

ACS pactó con la banca un periodo de 90 días de lock out tras colocar el 3,7% de Iberdrola, pero directamente ya sólo maneja un 0,9% del capital de la eléctrica, con lo que el restante 14% estaría en manos de lo que decidan hacer los bancos liderados por BBVA y Bankia.

ACS asegura en sus cuentas que no era necesario dotar un mayor deterioro de la participación en Iberdrola porque su participación era de tal calibre que la prima que se podía recibir por su venta suponía una garantía suficiente. Para ello, la constructora contaba con informes de expertos -de los que no aporta ni sus nombres, ni sus cualificaciones profesionales- para dar por válida esta aseveración.

Florentino Pérez dejará de percibir cerca de 110 millones en concepto de dividendos que le aportaba cada año su participación en la eléctrica y en el grupo de concesiones, además de la suspensión del dividendo de Hochtief. Por el momento se desconoce si ACS ha tenido que compensar a CVC que mantenía un acuerdo para no vender su participación hasta el año 2013. La operación además le supone perder posiciones frente a uno de sus competidores, OHL, que se convierte en aliado de La Caixa.

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