Economía

Christine Lagarde: "España ha hecho una reforma laboral significativa y un ajuste convincente"

La directora general del FMI. Imagen: Archivo

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, desde su despacho en la planta 12 del FMI, desgrana su visión de la coyuntura justo cuando el Fondo hace pública una ligera revisión al alza en las previsiones de crecimiento mundial. Además, la exministra de Economía gala confirma que la Eurozona es el rival más débil de la economía mundial y analiza los desafíos que enfrenta.

Las tensiones en los mercados se han intensificado por la falta de crecimiento y una excesiva austeridad fiscal. ¿Qué soluciones propone?

Los estados de la Eurozona han acumulado un alto nivel de deuda y han arrojado reiteradamente una tasa de crecimiento demasiado baja en comparación con el resto de economías avanzadas. Las expectativas de mercado e inversores ponen de manifiesto ambas preocupaciones. Pero van de un extremo al otro: hace 18 meses estaban muy concernidos con el saneamiento fiscal y querían más, y ahora les preocupa el crecimiento. La Eurozona ha ejecutado un arsenal de medidas muy importantes: primero, el pacto fiscal y el reforzamiento de la gobernanza; segundo, las medidas de los países que han recibido programas de ayuda, además de Italia y España; y por último, las del BCE, la adquisición de bonos del Estado, la ampliación de los avales y las operaciones de financiación trienal en los bancos, además de los 800.000 millones para los fondos de rescate. Pese a todo, los mercados siguen indecisos por la incertidumbre. La respuesta europea no ha sido adoptada al unísono, ha faltado un enfoque omnicomprensivo.

¿Cómo ve el FMI las medidas adoptadas por Italia y España?

Italia ha llevado a cabo un enorme paquete de reformas bajo el liderazgo de Mario Monti, y habrá más. Eso es muy positivo. En España también se ha mejorado: el retraso de la jubilación, una significativa reforma laboral, un saneamiento de cuentas convincente. Deben seguir así. Cuanto más previsibles son las medidas, mejor se combate a la incertidumbre. Los gobiernos deben indicar no solo el Presupuesto de este año o del próximo, sino los objetivos que respetarán en el futuro.

¿Qué progresos se harán respecto del cortafuegos? ¿Cómo es que usted afirma que harán falta menos recursos, cuando la situación de los mercados sigue siendo crítica?

Analizamos periódicamente los riesgos potenciales y las posibles exigencias de financiación para los próximos dos años, la última vez lo hicimos en diciembre. Algunos han bajado, otros han subido. Las medidas adoptadas por Italia y por el BCE han hecho que el contexto varíe. En general, el análisis de riesgos sigue siendo más o menos el mismo, pero estamos en abril y algunos estados ya han captado en los mercados más de la mitad de las exigencias para 2012. Por tanto, se han reducido nuestras estimaciones. Espero que esta semana recaudemos otros 400.000 millones de dólares (308.000 millones de euros). Estamos decididos a hacer todo lo que podamos. Estoy dispuesta a dejar abierto el dossier durante algunas semanas más: algunos estados necesitan más tiempo para la aprobación parlamentaria.

Se habló de Italia como potencial destinataria del cortafuegos. ¿Cómo juzga la actuación del Gobierno? ¿Y la reforma laboral italiana? Es polémica, y se dice que la última versión se pasa de suave.

En cuanto al saneamiento de las cuentas, consideramos que las medidas italianas han sido suficientes y que deben ponerse en práctica en todos los niveles de la Administración. Representan un buen equilibrio, un poco descompensado por la parte de los ingresos. Es una decisión política, eso nos ha dicho Monti, y nosotros la respetamos. En cuanto a la reforma laboral, creemos que es muy oportuna. Esperamos que en el proceso parlamentario se mantenga intacto el objetivo de combatir la dualidad del mercado laboral, la división entre los trabajadores protegidos y los no protegidos. Y también que haga frente a la incertidumbre en torno a los despidos de modo que las empresas y los empleadores puedan sentir más confianza al contratar.

El BCE ha evitado un gran 'credit crunch', según Draghi, pero la disponibilidad y condiciones del crédito son muy dispares, por ejemplo entre Alemania y otros países. Eso acentúa los desequilibrios de competitividad para las empresas.

La disponibilidad de crédito era una prioridad en la agenda de diciembre. Se temía que al tener que llevar a cabo un desapalancamiento importante, la banca europea ya no ofrecerían crédito a la economía. En general no ha sido así. No excluyo que en algunos estados, para las pymes, para las familias, el crédito sea más complicado y costoso, pero no supone una amenaza tan grave como temíamos en diciembre.

Algunos exigen que se abandonen las medidas extraordinarias, algo que Draghi considera prematuro.

En cuanto a la exit strategy, los europeos son los que deben decidir qué quieren hacer, cuándo y cómo, si retomar o interrumpir ciertas medidas, pero sé con certeza que los programas siguen en marcha. La política monetaria es uno de los instrumentos para sostener el crecimiento.

¿Las operaciones del BCE han reforzado el peligroso vínculo entre riesgo bancario y soberano, teniendo en cuenta que los bancos han utilizado la financiación también para adquirir deuda pública?

En cuanto al vínculo entre deuda soberana y bancos tenemos una idea: se debe permitir al FEEF y al MEEF prestar directamente a los bancos además de a los Gobiernos. Lo propuse en julio, no se aceptó, pero insistimos.

© Il Sole 24 Ore

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