
El primer ministro griego, Lucas Papademos, ha asegurado hoy que su país estaba haciendo esfuerzos para aplicar las medidas que se le exigen desde Bruselas y el FMI y garantizar la sostenibilidad del país, de forma que no se vean expuestos a un tercer rescate financiero.
Sin embargo, no ha negado que esta posibilidad es real. "Podría ser necesario algún tipo de asistencia financiera, pero tenemos que trabajar intensamente para evitar un suceso así", aseguró en declaraciones al diario Il Sole 24 Ore.
Según explicó, la reestructuración de la deuda "no es la mejor solución para resolver los problemas de presupuesto", pero cuando la deuda alcanza niveles excesivos, considerados insostenibles por los mercados, se hace "inevitable". Este mes, Atenas completó el canje de bonos acordado con los acreedores privados, y que afecta a deuda bajo la legislación griega por importe de 177.252 millones.
"El reto es organizar la reestructuración de la deuda a fin de maximizar beneficios y minimizar los costos y riesgos", destacó. A este respecto, Papademos puso de ejemplo a Portugal y afirmó que, a pesar de las presiones del mercado, "la deuda pública sigue siendo sostenible siempre que el programa económico se adopte al completo".
En sus declaraciones, Papademos criticó a aquellos que consideran que la salida de Grecia del euro, ya que sería un "desastre" para el país. "El regreso al dracma dispararía la inflación, causaría inestabilidad en el cambio de divisas y haría caer el valor real de los depósitos bancarios", añadió.