Las nuevas medidas y reformas laborales aprobadas en 2012 para estimular la competitividad, entre las que el estudio menciona la congelación del salario mínimo en España, la decisión de multiplicar los mecanismos a tiempo parcial en Francia, y una moderación adicional de los salarios en Alemania y otros países, pueden acarrear como consecuencia directa el aumento de las desigualdades. "Un número mayor de personas se volverá más vulnerable a futuras crisis", añade.
En algunos países, como Bulgaria, Hungría y Reino Unido, han aumentado las diferencias retributivas entre los trabajadores en la base y en la cima de la escala salarial.
"El mensaje central de este estudio puede ser sintetizado en términos muy sencillos: las desigualdades en el trabajo no sólo contribuyeron a desencadenar la crisis económica, sino que han empeorado como consecuencia de la misma", ha señalado el asesor especial de la OIT y responsable de políticas salariales, Daniel Vaughan-Whitehead.
En este sentido, en el estudio se advierte de que, a largo plazo, la crisis "puede detener los progresos alcanzados en Europa en relación con el empleo y las condiciones de trabajo".