Economía

El Bundesbank se opone al canje de bonos griegos del BCE por miedo a los inversores

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann. Foto: Bloomberg

La última de las opciones sobre la mesa para tratar de resolver la crisis de Grecia tiene que ver con la ansiada participación del BCE, que podría ayudar a reducir la deuda helena con un canje de los bonos que atesora del país europeo. Sin embargo, no todos dentro de la institución apoyan esta fórmula: Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank, se opone. El BCE canjeará sus bonos griegos para financiar el segundo rescate y evitar pérdidas.

Según recoge el diario alemán Der Spiegel citando a fuentes del BCE, el jefe del banco central germano no respaldó la decisión de la institución que preside el italiano Mario Draghi para canjear sus 50.000 millones en bonos griegos por nuevos títulos que Atenas emita en el marco de la reestructuración de su deuda. Esto no implica que el plan de canje se haya abandonado y podría seguir adelante a pesar de la oposición del representante alemán.

Medida contraproducente

Los motivos del rechazo de Wiedmann son varios, de acuerdo con dichas fuentes. El presidente del Bundesbank considera que podría ser contraproducente al incrementar la desconfianza de los inversores, que podrían ver la operación con recelo y sospechar de un canje similar con la deuda de Portugal, lo que recrudecería la crisis de deuda soberana.

Además, el Bundesbank está preocupado por la reacción de los demás tenedores de bonos griegos, que podrían emprender acciones legales. Y es que esta operación, sobre la que se lleva especulando varios días, implicaría una reducción de la deuda de Grecia que podría rondar los 11.000 millones de euros, pero además ahorraría al BCE las pérdidas a las que sí se enfrentan los acreedores privados con la quita.

Esto es así porque compró estos bonos en el mercado secundario con descuento, pero los venderá por su valor nominal. Con esta operación, que algunos expertos han calificado de poco clara, el BCE no solo esquivaría las pérdidas por su exposición a la deuda griega, sino que obtendría beneficios. El comprador, según se indicaba ayer, podría ser el fondo de rescate europeo (EFSF).

La condición

El siguiente paso sería repartir el dinero generado -entre 10.000 y 15.000 millones- entre los Gobiernos vía bancos centrales nacionales y en principio se destinarán a financiar los 130.000 millones del segundo rescate de Grecia.

Eso sí, Weidmann no se opone a que el BCE se deshaga de sus bonos soberanos vendiéndoselos al fondo de rescate. Según explicaba ayer a otro diario germano, Handelsblatt, "si los gobiernos desean comprarnos estos bonos entonces definitivamente no nos negaríamos a hablar".

De esta forma, el BCE contribuiría a cubrir la brecha detectada en el segundo rescate a Atenas que preparan la UE y el FMI.

Este segundo plan de ayuda asciende a 130.000 millones de euros y se suma a los 100.000 millones que la banca está dispuesta a perdonar a Grecia (la mitad de la deuda en manos privadas). El empeoramiento de la situación económica ha provocado que el coste de reducir la deuda griega del 160% actual al 120% del PIB en 2020 -el objetivo pactado por los líderes europeos- aumente en entre 10.000 y 15.000 millones adicionales, que se podrían cubrir con la contribución del BCE.

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