Economía

El Gobierno estima que hay más de 100.000 millones en fondos sin usar para el empleo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Foto: Archivo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presentó ayer a la canciller alemana, Angela Merkel, su propuesta en materia de fomento de la ocupación de cara a la cumbre europea del próximo lunes. Los dos líderes almorzaron juntos en Berlín, en una reunión en la que trataron los problemas económicos que afectan a los dos países y la preparación de la cumbre de Bruselas.

En concreto, Rajoy quiere utilizar los excedentes de fondos europeos ya existentes para dedicarlos a políticas de generación de empleo. Así, puso como ejemplo la posibilidad de bonificar a empresas y autónomos que contraten a jóvenes, además de ofrecer más tipos de contratos. Merkel dijo en la rueda de prensa que apoyaría la propuesta y que "Alemania estaría dispuesta a gastar en estas partidas porque sería un dinero bien invertido".

En este sentido, el secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, ha estimado hoy que los fondos europeos disponibles en la Unión Europea para reinvertir en medidas para estimular el empleo y el crecimiento superarán los 100.000 millones de euros.

"La cifra concreta la tiene que dar la Comisión (Europea), pero creo que está por encima de los 100.00 millones de euro. Por lo tanto, estamos hablando de cifras serias", ha declarado a la prensa en Bruselas, a su llegada a la reunión de Asuntos Generales en la que los ministros europeos prepararán la Cumbre informal que el lunes reunirá en la capital europea a los jefes de Estado y de Gobierno de los 27.

Aparte de ser una cantidad evidentemente insuficiente, no se trata de dinero contante y sonante que espere en una cuenta bancaria para ser utilizado, sino que son compromisos de pago de los Estados miembros que si no han sido movilizados es, en la mayoría de los casos, por problemas logísticos de los propios países.

En el caso de España, se presenta a menudo el problema de la cofinanciación, pues, con unas arcas públicas esquilmadas, los proyectos aprobados quedan fácilmente aparcados en los cajones. De hecho, España cuenta en este periodo presupuestario con una tasa de fondos no comprometidos del 31%, una de las mayores cifras de la Unión. Las cifras globales que se barajan a día de hoy, aún no definitivas, están ya asignadas a los Estados miembros en el marco de las perspectivas financieras de 2007-2013, por lo que no se produciría circulación de dinero entre capitales. Cada país conservaría por tanto el techo asignado.

Según fuentes del Ejecutivo comunitario consultadas por elEconomista, España tendría unos 10.000 millones no gastados y no comprometidos todavía, que, a la sazón, podrían ser movilizados. La razón por la que el conjunto de fondos es tan elevado es que la mayoría de los pagos se acumulan normalmente en los dos últimos años de los periodos presupuestarios, debido a la necesidad de maduración y preparación de los proyectos.

Utilizar el BEI

Para esquivar los problemas técnicos y de cofinanciación, el equipo del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, trabaja a marchas forzadas para presentar el lunes a los jefes de Estado y de Gobierno un plan que permita utilizar en un periodo corto de tiempo esos fondos de forma más ágil. La idea es utilizar para ello sobre todo el Banco Europeo de Inversiones, que cuenta con mecanismos específicos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas sin necesidad de perderse en la burocracia comunitaria.

La de los fondos no fue la única propuesta de la que Rajoy habló ayer en Berlín. El presidente del Ejecutivo quiere someter a debate el sistema de capitalización al estilo de lo que se conoce como el "modelo austríaco". Se trataría de que cada trabajador aportara una parte de su sueldo a un fondo de capitalización que se mantendría cuando se perdiera o cambiara el empleo. Por último, el líder español quiere que la UE limite los sueldos en las entidades financieras que hayan recibido ayudas públicas.

Con la vista puesta en la importante cita europea del día 30, los dos mandatarios están de acuerdo en que el fomento del crecimiento y el empleo, así como el desarrollo de los tratados necesarios, y la disciplina presupuestaria serán claves.

Rajoy quiso dejar claro que son objetivos que el Gobierno español comparte plenamente, y recordó que la llamada "regla de oro" de limitación del déficit ya se incorporó a la Constitución Española. Así mismo, reiteró su compromiso con la reducción del déficit, y aseguró que no pidió a Merkel una rebaja porque él es "el primero que cree en la obligación de no gastar más de lo que se tiene".

Coincidiendo con la rueda de prensa en Berlín, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, daba por hecho en los pasillos del Congreso de los Diputados que Bruselas aprobaría un nuevo calendario de cumplimiento de déficit. "No confío, es que está claro", respondió a preguntas de los periodistas.

Montoro, que insistió en que España va a cumplir los objetivos de déficit público, reconoció tras conocer las previsiones de PIB para 2012 del FMI y del Banco de España que "el escenario económico está abierto en sentido negativo" y que, a este respecto, "la Comisión Europea hará una actualización de las previsiones económicas y, en concreto, de España". En este punto insistió horas después el Ministerio de Hacienda en una nota rechazando que España haya pedido o vaya a pedir un nuevo objetivo de déficit. "Ni hay relajación ni alargamiento, hay una recesión", había apuntado Montoro.

"En la dirección correcta"

Rajoy presentó ante la canciller las reformas económicas que se están llevando a cabo desde el ejecutivo. El mandatario español habló de la reducción del 1,5 por ciento de déficit conseguido por las primeras decisiones del Gobierno, de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y, también, del acuerdo salarial de los agentes sociales según el cual se han fijado las subidas de los sueldos para los próximos tres años. Merkel le felicitó, y aseguró que "se marcha en la correcta dirección". Rajoy también avanzó que la inminente reforma laboral introducirá una flexibilización del mercado de trabajo y nuevos modelos de contrato, aunque sin especificar cuáles. Merkel se mostró preocupada por el paro juvenil en España, pero reconoció los esfuerzos del nuevo Ejecutivo. Puso como ejemplo las reformas laborales realizadas por Alemania, de las que dijo que no generaron un efecto inmediato, pero sí a largo plazo.

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