
El premio Nobel de Economía, Paul Krugman, aseguró en una columna de opinión publicada en el New York Times y titulada "El camino de la muerte para la UE" que está aterrado porque un tercio de los países de la zona euro están "bajo ataque especulativo". Es decir, desde su punto de vista, el euro podría derrumbarse y provocar un colapso del Viejo Continente que podría paralizar todo el mundo.
Sin embargo, el economista reconoció sentirse aburrido porque los líderes europeos probablemente encontrarán soluciones anodinas para seguir alargando la angustia en lugar de solucionar el problema. En cierta forma, Krugman se mostró molesto porque Europa ni siquiera se plantea lo que él considera que podría salvar a la Eurozona: el abandono de la austeridad en favor de un enorme estímulo monetario y fiscal.
Sin esta clase de reacciones, dijo Krugman, todas las soluciones que se presenten a corto y medio plazo van a fracasar porque, con una posible recesión económica en curso, la situación no hará más que empeorar para los países con peor presupuesto. Una vez más, el premio Nobel reiteró que la austeridad sólo empeora las cosas.
Krugman ejemplifica su teoría al poner de manifiesto que el gasto privado se ha reducido debido al estallido de la burbuja de deuda. Los ingresos fiscales se han reducido debido a que la economía no consigue crecer al ritmo deseado y el gasto público, por su parte, se reduce debido a los planes de austeridad fiscal en marcha.
Para finalizar su artículo, el economista puso una nota histórica al señalar que la insistencia por encontrar un equilibrio presupuestario en 1930 hizo que la depresión empeorara, especialmente en Alemania.