
Enfrascada en una ardua tarea para recortar gastos y reducir su déficit, España continúa a la cola de las economías occidentales y, pese a los esfuerzos realizados a corto y medio plazo, todavía queda mucho por hacer. Al menos así lo considera el Fondo Monetario Internacional, que en su último informe sobre "Perspectivas de Crecimiento Mundial" (WEO, por sus siglas en inglés) reconoce que el Gobierno "necesita identificar nuevas medidas para cumplir sus objetivos fiscales". El FMI dicta sentencia: Europa y EEUU no volverán a ser las de antes.
No debemos olvidar que el FMI lleva advirtiendo de que España necesita reformas desde hace muchos años. Desde el estallido de la crisis de deuda soberana y el colapso griego, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ha apresurado a implantar cambios, y prueba de ello son los intentos de reforma del mercado laboral, pensiones, cajas? Sin embargo, el FMI vuelve a la carga porque dice que lo hecho hasta ahora es insuficiente.
Según las últimas previsiones de la institución capitaneada por Christine Lagarde, el PIB se expandirá un 0,8% este año y sólo crecerá un 1,1% en 2012, es decir, cinco décimas menos de la última previsión del FMI el pasado junio. En medio de este estancamiento, la tasa de paro permanecerá en niveles excesivamente altos, al alcanzar un 20,7% en 2011 y sólo caer un punto porcentual el año que viene, cuando de situará en el 19,7%.
Más recortes para evitar el contagio
En un contexto macroeconómico ya de por sí complicado, los analistas del Fondo presionan al Ejecutivo para que encuentre nuevas vías de financiación. Las opciones siguen siendo evidentes: más recortes del gasto público, subidas de impuestos o privatización de propiedades y actividades públicas.
Al fin y al cabo, los expertos del FMI no estiman que España esté protegida contra el posible contagio griego. De hecho, señalan que con la renovada volatilidad en los mercados, "los riesgos amenazan la estabilidad financiera", especialmente con las nuevas subidas en los spreads de deuda soberana, como ocurre en nuestro país, Italia o Bélgica, países "que todavía no se han visto afectados profundamente".
Tanto España como Italia se han convertido en los elefantes de la cacharrería europea. Ambas economías se quedan cortas en sus esfuerzos por poner sus cuentas fiscales en orden, y por eso los funcionarios de la institución estiman que el Gobierno español debe identificar nuevas fórmulas para alcanzar su proyecciones.
Eso sí, las subidas en el spread de los bonos españoles durante los meses estivales, entre 100 y 150 puntos desde que el FMI publicó su último informe de monitorización fiscal el pasado abril, "han sido sustanciales pero sostenibles". Según explica el FMI, estas subidas tanto para Italia como para España "sólo supondrían un 0,2% del PIB si estos niveles persisten hasta finales de año".
España sufrirá "reducciones considerables en su déficit tanto este año como el que viene", pero sus estimaciones sobre el déficit fiscal, distan y mucho de los de Moncloa, especialmente en 2012. Así, este año el FMI prevé que el déficit fiscal sea del 6,1 por ciento, una décima más que las previsiones que maneja el equipo de Salgado. Pero el año que viene, el Fondo estima que este será del 5,2 por ciento, lejos de las estimaciones del 4,4 por ciento que baraja el Ejecutivo español.
Por otro lado, el WEO pone de manifiesto distintos focos de peligro para la economía española, entre ellos, el sector inmobiliario. Según indica el informe, en estos momentos, el precio de la vivienda continúa sin tocar fondo y "está lejos de estabilizarse" por lo que todavía podría seguir cayendo.