
Una terapia de grupo con propósito de enmienda sería la situación más parecida al Consejo que celebrarán los ministros europeos de Economía y Finanzas hoy y mañana en Wroclaw (Polonia). La coyuntura económica no termina de enderezarse tras cuatro años de crisis -sino que vuelve a torcerse-, y las soluciones pactadas no surten efecto.
Uno de los informes que alimentará los debates entre los ministros, documento al que ha tenido acceso elEconomista, admite que "ha fracasado visiblemente en restaurar la confianza de los mercados" el plan pactado por los líderes europeos en julio para poner en marcha un segundo plan de rescate de Grecia. Plan que también contempla dar nuevos poderes al fondo de rescate de manera que pueda recapitalizar bancos en apuros y no sólo Estados al borde de la quiebra. El informe añade que este fracaso "se debe a la percepción del mercado que las medidas políticas acordadas por los jefes de Estado o de Gobierno pueden ser difíciles de aprobar e insuficientes".
"También se mantienen las dudas del mercado sobre la capacidad de Grecia de cumplir sus compromisos", puntualiza el documento antes de diagnosticar que "es clave que haya una aplicación rápida y creíble de las decisiones recientes, ya que todo retraso prolongará la incertidumbre en los mercados".
Y de manera implícita se admite que lo decidido no basta: "Es necesario realizar un análisis cuidadoso de la situación y evaluar nuevas posibles reacciones políticas". Casi transcurridos dos meses desde el acuerdo de julio, aún no está clara ni la participación de los Estados de la zona euro, ni la contribución del Fondo Monetario Internacional (FMI), ni cuántos bancos aceptan una quita del 21 por ciento entre ahora y 2020 sobre la deuda pública griega en su poder. De manera que el contagio de la crisis griega a España e Italia es un hecho.
Acuerdo sobre sanciones
Por otra parte, la presidencia polaca y el Parlamento Europeo cerraron ayer "un acuerdo preliminar" para que la Unión Europea imponga multas de hasta el 0,2% del PIB a los países de la eurozona con déficit y desequilibrios excesivos. En el caso de España las multas supondrían 2.000 millones de euros.
El nuevo sistema sancionador, pendiente de ratificar por los Veintisiete y el pleno de la Eurocámara, es uno de los pilares centrales de la respuesta a la crisis de deuda pero su adopción, prevista para junio, se ha retrasado por el desacuerdo entre las instituciones. Los ministros de Economía de la zona euro discutirán hoy en Wroclaw el contenido del acuerdo. Éste prevé que los procedimientos sancionadores contra los países miembros se lanzarán de forma automática, a propuesta de Bruselas, salvo que una mayoría simple de Estados se oponga.