Economía

Richard Bové: "EEUU se arriega a una recesión tras el ataque a la banca"

El analista financiero de cabecera para la flor y nata de Wall Street, Richard Bové, de Rochdale Securities, dejó claro que el deseo de la administración Obama de hacer pagar a la banca por los pecados cometidos durante la crisis financiera de 2008, "situará a EEUU de nuevo en una recesión económica". Según explicó el analista, el gobierno estadounidense está actuando de forma imprudente sin tener en cuenta las consecuencias que podrían tener las demandas interpuestas contra 17 entidades financieras, entre ellas varias europeas.

"En un momento que los cuatro bancos más grandes de EEUU cuentan con el 50% de los activos de la banca, el gobierno quiere acabar con esta tendencia", dijo Bove, vicepresidente de investigación de Rochdale Securities. "El gobierno no quiere que los bancos operen de dicha manera durante más tiempo. Se quiere ver una expansión de los riesgos a través de la industria bancaria", señaló Bove durante una entrevista con la CNBC.

Además de las distintas demandas, el gobierno de Obama y el Congreso han castigado a la industria de servicios financieros con una serie de medidas destinadas a reducir los riesgos y hacer que los bancos asuman requisitos de capital más grande. Las reglas sobre capital podrían obligar a los bancos a deshacerse de muchos de sus activos y reducir su tamaño, como estamos viendo en el caso de Bank of America.

"Al gobierno no parece importarle el daño que esto hará a la economía", agregó Bové quien justificó que dichas medidas acabarán por eliminar el crédito de forma progresiva a la economía del país y "provocar una nueva recesión".

Para el experto de Rochdale Securities los bancos que se dedican a los negocios tradicionales de captación de depósitos, la concesión de préstamos locales y la transferencia de fondos saldrán beneficiados, mientras que los que prestan de forma más agresiva -y ayudan así al crecimiento de la economía, serán penalizados. En estas circunstancias, muchos inversores han optado por dar la espantada al sector financiero, algo que ha situado el precio de sus acciones no sólo por debajo de su valor contable, sino también por debajo de su valor de liquidación. De hecho, en lo que llevamos de 2011, las acciones de los bancos, que componen el índice KBW, han caído alrededor de un 31%.

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